La uva

Albariño

Autóctona de Galicia

Albariño. Una uva autóctona de Galicia. La más conocida, la más laureada, la más producida y la más cuidada de cuantas uvas blancas se producen en esta región. La uva del terruño por antonomasia.

Una uva de la que se extraen maravillosos mostos que acaban convirtiéndose, tras el buen hacer de los bodegueros, en magníficos vinos, a veces monovarietales, otras veces producto de ser mezcladas con mostos de otras uvas, y cuya presencia siempre aporta, siempre mejora, siempre construye. Una uva con tal personalidad que ha sido adoptada, por su calidad y posibilidades que ofrece, en muchos otros lugares del mundo. Algunos cercanos a su origen, como Portugal o Francia, otros muy lejanos, como California (USA), Argentina, Nueva Zelanda o Australia. Una uva que, quizá por su historia o por su viticultura, encuentra en Galicia su mejor expresión y que, gracias a sus características, nunca defrauda.

Características

de la uva Albariño

Variedad de alta calidad destinada a producir algunos de los más grandes vinos blancos del planeta. De gran expresividad, versatilidad y carácter, es una variedad muy terpénica que puede dar lugar a diferentes aromas y texturas, pero manteniendo siempre su particular personalidad, cítrica, incisiva y mineral en suelos graníticos y climas fríos; afrutada y aromática, sensual y untuosa en suelos fértiles y climas cálidos…

Historia

de la uva Albariño

Los gallegos, que desde siempre hemos sido grandes fabuladores, hemos envuelto en un sinfín de mitos y leyendas el origen de la albariño en Rias Baixas. El desarrollo de la ampelografía en los últimos años con la llegada de la huella de ADN, ha desmitificado algunas de las teorías que emparentaban la albariño con la riesling y alguna otra variedad de centro europa, traídas por los distintos peregrinos a través del Camino…

Viticultura

de la variedad Albariño

Para entender la viticultura de la variedad, hay que asomarse a su origen en Rias Baixas, y entender que durante los últimos siglos hasta hace apenas unas décadas, esta viticultura era de subsistencia, es decir, se cultivaba la vid del mismo modo que las patatas, cebollas, guisantes, etc y en cada casa, además existía una pequeña “explotación ganadera” con un par de cerdos y ovejas, una docena de gallinas, conejos…