¿Qué es el certificado Wineries for Climate Protection?

Bodegas comprometidas con el cambio climático

Cada vez más bodegas de todo el país se suman a la iniciativa Wineries for Climate Protection (WfCP), un movimiento relativamente joven, nacido en 2011, cuya finalidad esencial es actuar ante la nueva realidad climática desde el sector vitivinícola.

La aceleración del calentamiento global y los cambios que están ocurriendo en el clima son de gran importancia en todos los sectores de nuestra sociedad. En concreto, en el sector vitícola, al igual que en otros sectores agroalimentarios, esta necesidad se hace quizás más palpable ya que las consecuencias del cambio climático interfieren directamente con su producción. Según indican los trabajadores del sector, cada vez es más difícil tener cosechas homogéneas y regulares, debido sobre todo a un adelanto de la maduración de los racimos y un mayor déficit hídrico durante el ciclo productivo de la vid.

WfCP nació como un movimiento que veía la necesidad de actuar ante una nueva realidad climática que estaba afectando a los viñedos de todo el mundo y que, consecuentemente, podría traer consigo un cambio en la calidad de las vendimias y en la identidad de los vinos. Se trata no solo de adaptar las prácticas vitícolas a la nueva realidad climática, sino también de disminuir al máximo el impacto ambiental derivado de las actividades en campo y en bodega.

Así pues, WfCP pasó de ser un movimiento a convertirse en una certificación oficial en el año 2015. Un proyecto que fue impulsado por la Federación Española del Vino (FEV) con el asesoramiento técnico de algunas bodegas y de entidades de certificación líderes en España. Dicha certificación se otorga a las bodegas que llevan a cabo acciones de sostenibilidad articuladas en cuatro pilares fundamentales:

  1. La disminución de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), especialmente el CO2.
  2. Hacer un uso responsable del agua mediante una gestión eficiente.
  3. Disminuir los residuos generados aplicando la regla de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar).
  4. Dar prioridad al uso de energías renovables y a la eficiencia energética.

Estas acciones aplicadas a las bodegas y viñedos pretenden disminuir el impacto medioambiental derivado de sus actividades, e incluso conseguir que sea nulo. El certificado WfCP se puede aplicar exclusivamente a las actividades de bodega o incluir también la gestión de los viñedos propios.

Como toda certificación, la WfCP sigue una norma, con la peculiaridad de que está específicamente dirigida a bodegas y permite demostrar, a partir de la verificación de un tercero independiente, el desempeño que éstas hacen en el ámbito de la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible.

La certificación WfCP aplica los principios de calidad en sentido estricto, tales como la mejora continua en cuatro fases (Plan, Do, Check, Adjust) o el registro y documentación detallada de cada uno de los puntos críticos y parámetros establecidos en el plan inicial, marcando año tras año un nuevo objetivo que suponga una mejora con respecto al anterior. Aquellas bodegas que ya están certificadas en otros sistemas de gestión ambiental como la Norma ISO 14001 o EMAS, encontrarán la certificación WfCP mucho más llevadera y fácil de aplicar, ya que tienen algunos puntos en común.

 

Cómo obtener el certificado Wineries for Climate Protection

Las bodegas interesadas en obtener el certificado deben en primera instancia cumplimentar la solicitud disponible en la web de la FEV. Una vez los datos están validados, recibirán el Catálogo WFCP de Buenas Prácticas en materia de sostenibilidad medioambiental. Posteriormente, una entidad certificadora autorizada realiza una comprobación del cumplimiento de las obligaciones legales en materia de medio ambiente así como de los criterios propios del esquema WfCP. Si el resultado es positivo, una entidad acreditada emitirá el certificado en el plazo máximo de un mes.

La vigencia del certificado es de dos años con posibilidad de renovación mediante un sistema de verificaciones similar a las auditorías. Así, hay una verificación de seguimiento anual que NO tiene carácter de renovación o revocación, y sólo se realiza a aquellas bodegas que no dispongan de certificado ISO 14001 o EMAS. La verificación de renovación se realiza cada dos años, de modo que si las instalaciones no cumplen con los objetivos establecidos podrán perder la certificación WfCP.

La cuota anual de la certificación varía entre los 90 y los 175 euros en función del número de empleados de la bodega y de si son socios o no de la FEV. En la actualidad hay un total de 27 bodegas y grupos bodegueros con el certificado WfCP en España, y dos de ellas tienen sus instalaciones en Galicia.

 

Cada vez son más las bodegas conscientes de que la sostenibilidad en la industria del vino y el desarrollo de estrategias que permitan obtener cosechas de calidad en las condiciones climáticas cambiantes es más necesario que nunca. Los productos obtenidos de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente son también cada vez más valorados por los consumidores, que en muchas ocasiones exigen una garantía o señal identificativa que avale dicha producción sostenible. Es por ello que las certificaciones como la WfCP son cada vez más solicitadas por bodegas que buscan aumentar su competitividad en los mercados y demostrar de una manera sólida su compromiso medioambiental.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*