Los cruceros de Galicia

los cruceiros en el arte popular gallego

Se estima que en Galicia hay alrededor de 12.000 cruceros o cruceiros. Estos monumentos religiosos, construidos en piedra de granito con una gran cruz e imágenes labradas, son una expresión de la devoción popular y monumentos característicos de Galicia. Están presentes en diversos lugares, generalmente en el entorno de iglesias y como humilladeros al lado de caminos y encrucijadas, especialmente en lugares de Vía Crucis y en las diferentes rutas del Camino de Santiago.

Debido a la importancia de estos monumentos en la cultura religiosa y popular, dedicamos estas líneas a hablar de los cruceros de Galicia, su significado y cuáles son los cruceiros gallegos más destacados.

 

Arquitectura y finalidades de los cruceros

Los cruceros son considerados obras de arte popular y en Galicia están construidos con piedra de granito labrada y esculpida. La mayoría de ellos están constituidos por los siguientes elementos:

  • Una plataforma con una, dos o varias gradas sobre la que se asienta el pedestal, normalmente cuadrangular, y que puede presentar inscripciones.
  • El fuste (también denominado varal, esteo o mastro) es la parte alargada que eleva la cruz y puede presentar formas diversas: en sección cuadrangular con las aristas rebajadas en el centro del fuste (la más frecuente), octogonal o cilíndrica. Los más sencillos son completamente lisos, mientras que otros presentan diversos motivos esculpidos y relacionados con la pasión de Cristo, Adán y Eva, la serpiente, calaveras u otras figuras denominadas Santiños.
  • Sobre el fuste se encuentra el capitel, generalmente de forma troncopiramidal invertida, y que también puede ser sencillos o decorados con composiciones y figuras variadas.
  • Finalmente se encuentra la cruz, que por lo general aparece con un Cristo crucificado en un lado (la cara principal del crucero) y una imagen de la Virgen María o un Santo en el otro (la cara posterior).
Crucero en Santo Estevo de Ribas de Sil con una calavera en el capitel y la imagen de un santo (santiño) en el fuste. Tras la imagen de Jesús crucificado se encuentra la imagen de la Virgen María.
Crucero en Santo Estevo de Ribas de Sil con una calavera en el capitel y la imagen de un santo (santiño) en el fuste. Tras la imagen de Jesús crucificado se encuentra la imagen de la Virgen María.

Estos monumentos se erigen en lugares diversos y también con diferentes finalidades, generalmente por alguna de las siguientes:

  • Santificar los caminos, las encrucijadas, las plazas y los senderos.
  • Proteger de hechizos y otros “males” de origen místico. Por ejemplo, en algunas zonas del rural gallego se creía que los cruceros eran lugares en los que ponerse a salvo de la Santa Compaña si algún vecino se topaba con ella por la noche.
  • Conducir a los peregrinos y aportar un lugar para el descanso y protección de los caminantes. También son lugares de oración durante el ejercicio de los Via Crucis.
  • Anunciar la proximidad de santuarios o lugares de sepultura. Antiguamente, los niños que fallecían sin bautizar y la iglesia no permitía enterrar en el cementerio eran enterrados a los pies de los cruceros, ya que se consideraba que así estaban más cerca de un lugar santo.

Algunos cruceros también servían para delimitar los límites geográficos de municipios y otros términos territoriales, para conmemorar acontecimientos históricos o legendarios y para hacerse perdonar algún pecado.

Crucero en la Iglesia Parroquial de Santa María de Azogue en Betanzos
Crucero ante la Iglesia Parroquial de Santa María de Azogue en Betanzos

Cruceros destacados de Galicia

El crucero gallego más famoso es el de O Hío (Cangas) ubicado junto a la iglesia de San Andrés. Su importancia se debe a su singular belleza, y es que se considera una joya del arte barroco. Entre las ornamentaciones del fuste, capitel y cruz se encuentran representados más de 30 personajes que representan el ciclo desde Adán y Eva hasta la Redención, con el Descendimiento de la Cruz como escena principal.

Crucero de Hío
Cruceiro de Hío en Cangas

El célebre intelectual gallego Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, o simplemente Castelao, estudió amplia y detalladamente los cruceiros de Galicia. Estos estudios se publicaron en la obra As cruces de pedra na Galiza que, entre otras muchas cosas pone de manifiesto que el cruceiro más antiguo de Galicia data del siglo XIV y se encuentra en el municipio de Melide, en la provincia de Coruña, un lugar que es visitado cada año por miles de peregrinos que realizan el Camino a Santiago.

Del crucero original de Melide, o cruceiro de San Roque, solo se conserva la cruz y parte del capitel que está montada sobre un fuste moderno. En la parte delantera se muestra una imagen de Cristo con los brazos abiertos y las palmas de las manos mirando al frente y, en la parte posterior, una escena de la crucifixión de Jesús. Se encuentra en el centro de la villa, en plena ruta del camino francés y primitivo.

En la península de Barbanza (A Coruña) se encuentra una tipología peculiar de cruceros: se trata de los cruceiros de capeliña, también llamados cruceiros de Loreto. Constan de un fuste más ancho de lo habitual y, sobre él se ubica una “capeliña”, algo así como una caja de piedra que contiene, por lo general, una imagen de la Virgen. Sobre la capeliña se sitúa la cruz.

Se pueden encontrar a lo largo de las rías de Muros y Noia y también en las localidades que desde aquí se extienden hacia el interior y sur de la provincia. En municipios tales como Boiro, Brión, Rois, Lousame, Noia, Porto do Son, Ribeira, A Pobra do Caramiñal y Rianxo son abundante seste tipo de cruceros.

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