Labirinto de Breoghán

Su ubicación

El Labirinto de Breoghán y los petroglifos.

Vilarmaior es un pequeño ayuntamiento muy cerca de A Coruña y de Ferrol. Allí se han ido encontrando en los últimos años un sinfín de petroglifos, unos grabados en piedra de arte rupestre de la época de la edad del bronce, hace más de cuatro mil años. De hecho actualmente están catalogadas más de 130 piedras con petroglifos en Vilarmaior, de forma que se ha convertido en la mayor concentración de Galicia de estos dibujos. Muchos de estos petroglifos consisten en laberintos grabados en la piedra, de los que se han hecho multitud de interpretaciones.

Tomando estos laberintos como punto de partida, han decidido llevarlo a una escala mayor y vegetal, en lugar de pétrea, creando así, en el propio municipio de Vilarmaior, el mayor laberinto vegetal de la Península Ibérica, el Labirinto de Breoghán. Una idea muy original que tiene sus raíces en la historia, o mejor dicho de la prehistoria, de Galicia. Y además es vegetal, una característica que, sin duda, es coherente con todo el ayuntamiento de Vilarmaior, pues es un municipio en el que el verde es la tonalidad más extendida entre sus prados y bosques. Así pues, todo encaja.

¿Por qué de Breogán?.

El Labirinto de Breoghán toma su nombre del mítico rey galaico: Breogán, el cual, según describe el Lebor Gabála Érenn, un libro sobre las invasiones celtas del siglo XI, creó la ciudad de A Coruña (Brigantia). Un rey celta que actualmente forma parte del propio himno gallego en su verso: “fogar de Breogán”. Teniendo en cuenta esto, no es de extrañar que el Laberinto de Breogán, visto desde el cielo, cuente con forma de cruz celta. Una pequeña pista para el visitante.

Galicia Máxica.

Existe una visión o interpretación mágica sobre los laberintos. Salir de un laberinto puede verse como una simple prueba, divertida o no. Pero también puede interpretarse como una representación de una dificultad interior, mental o espiritual, de la que hay salida, aunque ésta sea difícil de encontrar; un viaje de la oscuridad a la luz, la resolución de problemas complicados de solventar. También se puede interpretar como una protección de algo o alguien, que está en el centro y a lo que es difícil llegar. En la Galicia mágica existen petroglifos con laberintos en algunos accesos a tumbas, como para proteger a los fallecidos de los malos espíritus, poniéndoselo difícil para llegar hasta ellos. Sea como sea, está claro que un laberinto tiene una atracción natural para los humanos, ya sean adultos, mayores o niños. Aparecen en multitud de novelas (como “El Laberinto de los Espíritus” de Carlos Ruiz Zafón, o “El General en su Laberinto” de Gabriel García Márquez), en películas (“El laberinto del Fauno” o la reconocida “El Resplandor”) y más aún en la música (Juanes, Amaral y muchos más). Y ya se sea joven o no tan joven, cada cual lo toma bien como un reto, como diversión o ambas.

Cuál es el plan.

Sabemos ya que la base de la idea de crear un laberinto vegetal es redonda: los petroglifos de la zona, el rey celta, el hecho de que sea vegetal y que forma parte de la “Galicia máxica“. Pero ¿cuál es el plan?. Aquí te lo explicamos:

Planifica el día, ya que hay mucho que ver en los alrededores. Ten en cuenta que el horario de apertura del Laberinto de Breoghán es de 11:00 a 19:30 (está una hora más abierto, pero las 19:30 es la última entrada). Ponte calzado cómo, pues si vas a paso normal (y no haces trampas) podrás tardar unos 40 minutos en volver a salir. El precio de la entrada es de 5€ por adulto y 3€ para menores de 7 años. Ten en cuenta que sólo estará abierto entre el 4 de junio y el 12 de octubre (al menos el primer año de funcionamiento) y en junio sólo abre viernes sábado y domingo, julio, agosto y hasta el 18 de septiembre, de martes a domingo y desde entonces hasta el 12 de octubre, vuelven a ser viernes, sábado y domingo. Si eres una persona intranquila, puedes ir igualmente, ya que existe un teléfono al que llamar para pedir cualquier tipo de ayuda; existen “puertas rápidas”. ¿E se chove? ¡Que chova!

Cerca del laberinto tienes un merendero donde reposar después de la caminata o, si estás en forma, puedes ver algunas de las recomendaciones que hacemos sobre qué ver en Vilarmaior para aprovechar la visita. A la llegada, puedes dejar tu coche en la Leira Park (un aparcamiento en un campo contiguo).