Memorial Guillermo Watt

Su ubicación

El Camino portugués de la costa

Uno de los principales atractivos de la zona, a parte de las animadas festividades, es como parada del Camino de Santiago. Como es sabido, existen numerosas rutas diferentes para llegar a Santiago. Siendo posiblemente la más famosa la ruta francesa por su paso por el norte peninsular, otra ruta menos popular, pero igualmente sorprendente y mágica, es la ruta portuguesa por la costa.
Un sendero lleno de paz, bosques de ensueño, pueblos sorprendentes y acogedores y, sobre todo, mucha espiritualidad. Independientemente de tus creencias religiosas, el camino es una de esas experiencias que debes descubrir por ti mismo. Y es que, lejos de la creencia popular, el Camino de Santiago es muy anterior al propio santo. Tal y como se está descubriendo en la actualidad, existían peregrinos miles de años antes del cristianismo, los cuales buscaban llegar a Finisterre para celebrar el solsticio de verano. O al menos eso es a lo que apunta los restos encontrados en el cabo de Finisterre. Un antiguo y enigmático ritual en el que mezclaban el atardecer, el cielo, el mar y la tierra. Por lo que este peregrinaje ha atraído al ser humano durante milenios con diferentes contextos históricos y culturales pero un objetivo muy similar.

El sendero silencioso de los que ya no están entre nosotros

Sin embargo, el Camino oculta una cara más seria y profunda. Tal es la atracción que el peregrinaje despierta en las personas que no todos aquellos que inician su camino pueden acabarlo en Santiago. Algunos de los caminantes fallecen a lo largo del Camino. Está es la historia de Guillermo Watt, un peregrino de elevada edad que encontró el final de su senda en Salceda, a tan solo un día de ver las luces de la catedral de Santiago.
Como muestra de respeto y admiración se levantó un memorial es su honor cerca de Salceda. Un hermoso monumento de la voluntad humana, muy en consonancia con el espíritu de la tierra gallega donde a la muerte se la respeta, pero no se la teme. Sin embargo, Guillermo Watt no fue el único peregrino en sufrir un final similar, y es que a partir de este tramo del Camino podrás encontrar numerosas muestras de respeto hacia los que ya no caminan a nuestro lado.