El delicado encaje de la Costa da Morte
El arte de palillear se practica en toda Galicia, y también en muchas otras zonas del noroeste peninsular, pero es el de Camariñas el que más destaca en la comunidad gallega. Las palilleiras de los mucnicipios entorno a la ría de Camariñas, en plena Costa da Morte, confeccionan el famoso encaixe de Camariñas (encaje de Camariñas) al son del mar y el repicar de los palillos de madera chocando entre sí.
El encaje de bolillos, encaixes con palillos en galego, se encuentra muy arraigado en esta zona de la Costa da Morte coruñesa: en municipios como Camariñas, Muxía, Vimianzo y Camelle. Ello se debe, con gran probabilidad, a que antiguamente el comercio exterior de los refinados encajes se realizaba desde el puerto de Camariñas.
Los encajes de las palilleiras son de tal finura y elegancia que siempre se consideraron elementos de distinción y prestigio tanto en la vestimenta como en las ropas de la casa. Se dice que en el Titanic viajaba un baúl lleno de encajes de Camariñas para su venta en Estados Unidos. Lamentablemente éstos se hundieron con el barco, aunque un escritor de la zona, Rafael Lema, afirma que la Fundación Titanic confirmó que la mercancía iba en la bodega.
Sea como sea, lo cierto es que el encaixe de Camariñas aúna historia, leyendas, artesanía, moda y actualidad.
Origen e historia del encaje de Camariñas
Según el historiador Xan Fernández Carrera, los comerciantes de encajes más notables estuvieron en Muxía y lograron grandes fortunas a finales del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX. Estos comerciantes compraban las obras de artesanía a las palilleiras y las almacenaban en cajones en los barcos para después partir al centro y al sur de América, a países como México, Cuba o Argentina, entre otros. Muchos de los distribuidores de los países de destino eran muxianos emigrantes. Asimismo, el comercio dentro de la Península Ibérica también fue importante en esos años, permitiendo un notable desarrollo económico de los municipios de la ría de Camariñas en los citados siglos.
Existen ciertas controversias acerca del origen del oficio de las palilleiras. Según datos históricos el encaje comenzó en la Edad Media, en torno al siglo XVI, probablemente de la mano de mujeres flamencas esposas de soldados del ejército de Flandes, aunque hay quién apunta a que probablemente entró en Galicia a través del Camino de Santiago. Sea como sea, las palilleiras gallegas llevan casi cinco siglos practicando y perfeccionando el arte de los palillos, creando delicados encajes que llaman la atención de los turistas y visitantes que tienen el privilegio de contemplar este ancestral oficio, y que ellas mismas con total naturalidad muestran a los interesados.
Es muy probable que al preguntarles a ellas por el origen del encaje de Camariñas nos cuenten una versión muy diferente. Como la de que fue una mujer italiana, única superviviente de un barco que naufragó en estas costas, la que agradecida enseñó el arte de palillar originario de su tierra a sus nuevas vecinas. Otras leyendas acerca del origen del encaje en Camariñas atribuyen este conocimiento a la Virgen, que enseñó a hacer encaje a una dama al borde de la ruina que no quería trabajar fuera de casa. Quizá la historia más bonita sea la de una despedida entre jóvenes enamorados, cuando él había de partir en barco ella, triste y ensimismada, cogió unas algas de la playa entre sus manos y comenzó entrelazarlas tejiendo hermosos encajes.
En el año 1996 se inauguró el Museo del Encaje en Camariñas. Aquí se conservan muestras de artesanía y documentos de la historia y cultura alrededor del encaixe da Costa da Morte. Como un catálogo con ejemplos de puntillas que se empleaba para comerciar con México y Cuba, o hermosos pañuelos que se presentaron en las exposiciones universales de Barcelona y París, en los años 1888 y 1889 respectivamente.
Las palilleiras de Camariñas en la actualidad
El arte de los palillos, la pesca y el mar conviven desde hace siglos en la ría de Camariñas. A día de hoy el encaje de bolillos continúa igual de vivo que siempre, y no hay prácticamente ninguna mujer (y algunos hombres también) que no sepa palillar, sea cual sea su condición o edad, los bolillos son de gran arraigo en estas localidades. Incluso la farera del faro Vilán, que lleva más de 45 años habitando el faro (uno de los pocos que queda habitados en España) sabe palillar a la vez que guardar uno de los puntos más oscuros de la Costa da Morte.
En las escuelas de encaje de la zona, se enseña a los más pequeños los secretos de palillar, los puntos, las puntillas y sus nombres para que esta bella artesanía perviva en la ría de Camariñas por muchos años más. Así es que los encajes no son sólo asunto de los más mayores, y el saber se mantiene de generación en generación.
Las obras de las palilleiras se pueden ver en las tiendas de Camariñas, en en museos y salas de exposiciones de la zona, así como durante la Mostra do Encaixe de Camariñas, que se celebra cada año en Semana Santa desde 1991. A ella acuden miles de visitantes interesados y algunos invitados internacionales. Durante el evento se celebran desfiles de moda donde diseñadores de todo el mundo muestran sus creaciones, siempre con el encaje de Camariñas incorporado, y se otorga un premio a el o la mejor joven diseñador o diseñadora.
Son muy numerosas las asociaciones de palilleiras que practican juntas el oficio y que trabajan para vender sus productos en colaboración con tiendas de souvenirs, tiendas de ropa e incluso también con diseñadores de moda. También la venta online de textiles con encaje de Camariñas y otros complementos de moda es llevado a cabo por estas mujeres, ya sea como emprendedoras autónomas o como miembros de una asociación de palilleiras.
Las palilleiras se han adaptado mejor que nadie a las demandas de la sociedad moderna y a los bolsillos de casi todos. Entre sus artesanías con encaje podemos encontrar gran diversidad de productos: desde tradicionales pañuelos a pulseras y pendientes, marcapáginas, muñecas, abanicos, originales broches, collares, elegantes vestidos de novia y otras exquisiteces ornamentales con este tejido que, por cierto, no siempre es blanco y hay preciosos encajes en negro y toda una paleta de colores.
1 comentario
Hola , me gustaría comprar puntas de bolillos por separadas con su entredos