¿Cuál es la diferencia entre un Balneario, un Spa y un Talaso?

Balnearios, spas y talasos, ¿en qué se diferencian?

Los spas, los balnearios y los talasos tienen un elemento que es común y definitorio de todos ellos: el agua. Son lugares para el descanso y el relax que emplean diferentes tipos de aguas con distintas finalidades. En realidad, son numerosas las diferencias entre estos establecimientos y en muchas ocasiones desconocidas entre la población.

En Galicia tenemos algunos de los mejores balnearios, talasos y spas de toda la península pero ¿sabes qué son y en qué se diferencian? Para arrojar luces ante las dudas que nuestros lectores puedan tener, a continuación explicamos qué es cada uno de ellos, en qué se parecen, en qué se diferencian y cuáles son los principales usos y beneficios de cada uno de ellos.

 

Balnearios

Hotel Balneario de Mondariz
Palacio del agua de Mondariz-Balneario

En los balnearios se emplean aguas mineromedicinales que emergen de la tierra, también denominadas aguas termales, aunque no siempre tienen porque ser calientes. Las aguas termales son ricas en minerales de diversa índole, y según su composición química, física y físico-química tienen propiedades terapéuticas que las hacen más adecuadas para unos u otros usos.

Los balnearios ofrecen instalaciones para un uso terapéutico de aguas de carácter minero-medicinal, es decir, adecuadas para el tratamiento complementario de algunas dolencias. Las aguas pueden ser usadas para los tratamientos por vía interna, es decir, bebiéndola o por vía externa mediante baños, chorros, duchas, inhalaciones…

Por supuesto, cualquiera puede beneficiarse de las propiedades de estas aguas aún gozando de un buen estado de salud, simplemente existen diferentes tipos de aguas mineromedicinales que son más adecuadas para ciertas funciones orgánicas, algunas de ellas son las siguientes:

  • Aguas cloruradas: Son ricas el cloro (anión cloruro) y otros elementos como el sodio, el calcio o el magnesio. Este tipo de aguas estimulan múltiples funciones orgánica, y se suelen usar en reumatología, dermatología, otorrinolaringología o para el tratamiento de afecciones respiratorias crónicas.
  • Aguas sulfatadas: En estas aguas los aniones sulfato son los predominantes. Si se ingieren ayudan a regular la secreción biliar, son hepatoprotectoras y a veces también laxantes. Es por ello que se usan principalmente para el tratamiento de afecciones digestivas.
  • Aguas carbogaseosas: Estas aguas se caracterizan por contener gran cantidad de gas carbónico libre. Ingeridas son estimulantes de la producción de jugos gástricos y del peristaltismo intestinal. Los tratamientos externos con estas aguas ayudan a la vasodilatación de las arterias y de los plexos venosos cutáneos, por lo que se emplean ampliamente como tratamiento complementario de arteriopatías obliterantes.
  • Aguas oligometálicas: Son las conocidas como aguas de mineralización débil y muchas se utilizan como agua de mesa. Su principal actividad es la diurética, pudiendo en algunos casos producir una diuresis superior a la del agua ingerida y variar el pH de la orina. En estos casos se emplean para el tratamiento de litiasis renales (cálculos o “piedras”).
  • Aguas ferruginosas: Estas aguas suelen ser de tipo bicarbonatadas o sulfatadas con el añadido de que, como su nombre indica, contienen mucho hierro asimilable por nuestro organismo, siendo una fuente de este mineral por vía oral.
  • Aguas bicarbonatadas: Son de mineralización débil y ricas en bicarbonato, además suelen emerger a baja temperatura. Al igual que las aguas oligometálicas, se usan sobre todo como bebida. Estas aguas actúan en el organismo estimulando la acción de la bilis, la secreción de enzimas del páncreas y aumentando el pH gástrico y de la orina.

Además de esta diversidad de aguas mineromedicinales que podemos encontrar en los balnearios, existen otras clases de aguas y muchas de ellas presentan características intermedias, diversificando sus acciones y modos de aplicación.

Otro tratamiento muy frecuente en los balnearios son los peloides. Los peloides son una mezcla de un agua mineromedicinal con un producto sólido natural que se prepara en las instalaciones especializadas de los balnearios. Los más habituales son los barros, fangos y lodos, aunque hay otros como turbas, biogleas y sapropelis.

Las barros, fangos o lodos suelen estar formados por cuarzos, calizas y arcillas, con un alto contenido en compuestos químicos como el silicio, calcio, aluminio, sulfatos, fosfatos y carbonatos. Su composición y textura permite que mantengan una temperatura elevada durante largos periodos de tiempo, de modo que el efecto de estos tratamientos es una conjunción de calor, la composición química de la parte sólida y la composición del agua termal con que se mezclan. De modo general, los peloides suelen emplearse para el tratamiento de rigideces articulares, reumatismos crónicos y determinadas neuralgias.

 

Talasos

Talaso de Baiona
Talaso de Baiona

Los talasos son centros especializados donde se aplica la talasoterapia, es decir, el uso del agua de mar y otros productos procedentes de éste, como algas, arena, plancton o lodos, para fines terapéuticos. Así, los talasos y los balnearios coinciden en ser centros sociosanitarios en los que los tratamientos son supervisados por un equipo médico que también puede ofrecer servicios adicionales.

Además del agua de mar, en los talasos se hace uso de la propiedades beneficiosas de otros elementos marinos como las algas, el plancton, limos y lodos marinos o la arena, que se emplean en diferentes técnicas terapéuticas.

Todos lo talasos tienen que cumplir con una serie de normas y exigencias, como son estar ubicados próximos al mar o captar, bombear y esterilizar las aguas antes de llegar a las instalaciones, entre otros requisitos. Es por ello que nunca encontraremos un talaso en el interior, y tendremos que desplazarnos a la costa para poder encontrarlos.

 

Spas

Hotel Spa Bienestar Moaña
Hotel-Spa Bienestar Moaña

A diferencia de los balnearios y los talasos, los spas son establecimientos no sanitarios, es decir, que no requieren de la presencia de personal médico, y por lo tanto no se aplican tratamientos terapéuticos. Así, los spas ofrecen instalaciones para la relajación y el bienestar y tratamientos estéticos.

Es frecuente que el agua sea protagonista en los spas, que generalmente cuentan con piscinas y tratamientos de hidroterapia en los que se emplea aguas que provienen de la red de abastecimiento general. Los tipos de instalaciones más frecuentes son la sauna, piscinas de hidroterapia, camas de agua, baño turco, tratamientos con hielo, chorros, distintos tipos de ducha, etc.
También es frecuente añadir sales o aceites al agua para los tratamientos, y ésta se emplea combinada con otras técnicas como los masajes, la vinoterapia o la aromaterapia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*