La ermita de A Lanzada

Santuario y capilla de La Lanzada

En el extremo sur del enorme arenal y complejo dunar de A Lanzada, istmo de la península de O Grove, se encuentran dos pequeñas penínsulas: una de ellas con un banco panorámico desde el cual se observa la península vecina con el Santuario a Nuestra Señora de A Lanzada. Este lugar se encuentra en la parroquia de Noalla, perteneciente al municipio de Sanxenxo.

Este es un lugar especial por muchos motivos, como las vistas espectaculares y los atardeceres inolvidables que ofrece, pero sobre todo por la larga historia que se esconde tras sus muros y la cantidad de ritos y leyendas que han surgido en torno a este lugar.

La capilla-ermita de Nuestra Señora de A Lanzada es de estilo románico, de comienzos del siglo XII o XIII. Se compone de una sola nave y ábside semicircular, a distintas alturas. En el exterior destacan las tres cruces de piedra de la cubierta de distintos estilos y formas, sus saeteras (ventanas alargadas y muy estrechas), la puerta lateral semicircular y el rosetón sobre la puerta principal adintelada.

En el interior del ábside se ubica la capilla mayor, la cual alberga un retablo barroco con una imagen de Nuestra Señora de La Lanzada en el centro, situada entre pilares salomónicos decorados con racimos de uvas. En la parte superior del retablo se encuentra una imagen de San Martín de Tours, patrono del vecino municipio de O Grove, y que se representa a lomos de un caballo y partiendo su capa para entregarle la mitad al mendigo, tal y como relata la leyenda de San Martín.

Santuario a la Virgen de la Lanzada

A Santa María de A Lanzada se le ha atribuido ser abogada de la fertilidad, y cada año se celebra una fiesta el último fin de semana del mes de agosto a este respecto. Sin embargo, este lugar acoge desde tiempos inmemoriales, mucho antes de la cristianización, uno de los ritos de fecundidad más antiguos de Galicia, basado en el poder y la influencia de elementos naturales como el agua y la luna. Así es que, como en otras muchas ocasiones, este ritual se sigue celebrando combinando elementos paganos y cristianos.

La noche del sábado, cientos de mujeres acuden aquí para acabar con su infertilidad o problemas para quedarse embarazadas. Según la tradición, estas mujeres han de someterse al baño de las nueve olas a medianoche y, al amanecer del día siguiente, deben acudir a la ermita y barrer el suelo para romper los males de ojo o meigallos que pudieran tener. Finalmente las mujeres deben realizar una ofrenda a la virgen. Después de las ofrendas tiene lugar la procesión con la figura de la Virgen de A Lanzada y la tradicional romería.

También existe otra leyenda o ritual relacionado con la fecundidad que consiste en realizar ofrendas florales en una roca que se encuentra en la rompiente de la ermita conocida como la “cama de la Virgen”.

 

Historia tras la ermita de A Lanzada

Ermita de A Lanzada

El lugar donde se encuentra la capilla y su entorno ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, de los cuales se han hallado abundantes restos en la zona, algunos de ellos visibles a simple vista, como los restos del castillo defensivo conocidos como “Torre de La Lanzada”.

Este fue el lugar de asentamiento de nuestros antepasados, con un poblado castrexo y una necrópolis, tal y como demuestran los numerosos restos encontrados. Las excavaciones de la necrópolis han mostrado abundantes restos humanos, algo llamativo y poco habitual en Galicia, ya que la acidez elevada del suelo suele impedir la conservación de restos orgánicos. Pero además, se ha encontrado una salazón romana y otros muchos vestigios que indican una importante actividad mercantil y de manipulación de alimentos a gran escala en esta zona.

Siglos después, cuando las incursiones vikingas y normandas azotaban las costas gallegas, aquí se construyó un castillo defensivo del cual existen referencias del siglo X. Junto con las Torres del Oeste en Catoira y con la Torre de San Sadurniño en Cambados, este castillo formaba parte de un antiguo sistema defensivo frente a los asaltantes y piratas. Se cuenta que el primero que divisaba al enemigo encendía una hoguera que era vista desde puntos más elevados. A su vez, quien veía una hoguera encendía otra para que fuera vista por el siguiente, y así sucesivamente se transmitía el aviso hasta que llegaba a todos los rincones.

Atardecer desde la capilla de la Lanzada

Posteriormente el castillo fue escenario de batallas entre Doña Urraca y el arzobispo Xelmírez hasta que en siglo XIII fue destruido por los árabes. Aunque se volvió a reconstruir con una estructura más sólida, el castillo fue nuevamente dañado durante las Revueltas Irmandiñas del siglo XV. Desde el siglo XVI el castillo quedó abandonado definitivamente, consagrándose al deterioro y la ruina. A día de hoy tan solo quedan el templo y las ruinas de una de las torres de la fortaleza, la ya mencionada Torre de La Lanzada.

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