Bodegas Diego de Lemos y Pincelo

Esta pequeña bodega familiar de Chantada destaca por haber sido la primera de toda Galicia en certificarse en la producción ecológica y por elaborar vinos con personalidad y representativos de su terruño. Es, sin lugar a dudas, una bodega que ama la tradición y el buen vino.

Historia

Adegas Diego de Lemos comenzó a embotellar sus vinos en 1985, aunque la familia posee y cultiva sus propios viñedos desde 1840. De entre todos los miembros, Esther Teijeiro Lemos es el alma de las viñas, de las cuales se hace cargo desde hace varias décadas, y también ha sido pionera en el cultivo ecológico en Galicia.

De una forma totalmente intuitiva, e incluso antes de que existiera de certificación de ecológico, Esther se dio cuenta de que las viñas estaban mejor cuando se cultivaban de forma tradicional, sin emplear herbicidas ni productos que dañasen el suelo, por ello empezó a hacer una viticultura tradicional, empleando remedios de los de antes y dedicando muchas horas de trabajo al cuidado de las cepas. Y es así como, en el año 2002, cuando se implantó la certificación en Galicia, sus viñedos fueron los primeros en certificarse en ecológico, y es que ella ya lo hacía antes.

Ella ha comenzado este proyecto que, tras varios años de esfuerzo y dedicación, ha dado excelentes frutos. Esther, junto a sus hijos y sus nietos, se encargan de realizar todas las labores de cuidado de las viñas y elaboración de los vinos.

Los viñedos y los vinos

El viñedo ecológico familiar, de 9 hectáreas, se encuentra en las escarpadas laderas a orillas del río Miño, cuya fuerte pendiente se salva gracias a los tradicionales socalcos (o muras) tan característicos de los viñedos de esta comarca. La finca presenta un suelo arcilloso con restos de pizarras, y en ella se cultivan las variedades Godello, Treixadura y Mencía. Las cepas tienen una edad media de 75 años, y con ellas se elaboran los vinos Diego de Lemos blanco y tinto.

Además, la familia gestiona varios viñedos de la zona, rescatándolos del abandono, y practicando una viticultura tradicional, aunque poco intervencionista. Estas fincas se hallan dispersas por las parroquias del municipio y sus cepas comprenden edades comprendidas entre los 40-50 años hasta los 80 años. Con ellas se elaboran los vinos Pincelo, 1985 y Viña Portotide.

Además, la familia también elabora aguardientes ecológicos blanco, de hierbas y de café, y posee cerezos ecológicos con los que elaboran diferentes productos. Sus puertas están abiertas para recibir a visitantes que quieran conocer su bodega y sus viñedos.