Los viñedos de las Denominaciones de Origen gallegas continúan creciendo

Galicia crece en 43 hectáreas de viñedo en 2020

El Ministerio de Agricultura ha publicado las concesiones de plantación de nuevos viñedos en todo el territorio Español. Cada año, el citado Ministerio se encarga de establecer cuántas hectáreas de nuevos viñedos se podrán plantar en España y, tras la solicitud de viticultores y bodegas, se encarga también de repartir las autorizaciones en las diferentes zonas vitivinícolas del país.

En total, de las 8.621 hectáreas solicitadas inicialmente en toda España se han concedido 4.750 para su plantación. En el caso de Galicia, se han concedido cerca de 43 hectáreas de las 45 solicitadas por bodegas y viticultores.

 

Los nuevos viñedos gallegos

De las 43 hectáreas concedidas por el Ministerio la gran mayoría, algo más de 30 hectáreas repartidas en 60 solicitudes, son para la DO Rías Baixas, que continúa siendo la más activa y la que más crece en Galicia.

En orden decreciente le sigue la DO Valdeorras, que tendrá 4,1 nuevas hectáreas repartidas en 5 solicitantes; la DO Monterrei crece en 2,8 hectáreas que corresponden a 4 productores, y la DO Ribeiro tendrá 2,2 hectáreas más de 6 solicitantes.
Las IGPs gallegas también crecen tímidamente con 0,7 hectáreas solicitadas por 5 productores en la IGP Ribeiras do Morrazo, y 1 solicitud de 0,3 hectáreas en la IGP Barbanza e Iria.

Estas superficies resultan casi ridículas en comparación con otras zonas del país, pero lo cierto es que en Galicia la realidad vitícola dista mucho de parecerse a la de la mayoría de denominaciones españolas por muchos motivos; y es que aquí la diversidad de vinos y comarcas vitícolas, el minifundio y el abandono del rural vienen condicionando la superficie dedicada a viñedo desde hace décadas. A pesar de ello, lo cierto es que en los últimos años en Galicia hay cada vez más viñedos y también más bodegas. El año pasado, en 2019, se concedieron por esta vía 48 hectáreas de nuevo viñedo de las 50 solicitadas.

Por otro lado, son muy notables las dificultades que este tipo de concesiones del Ministerio suponen para la mayoría de viticultores gallegos, ya que quedan exentos de los Planes de Reestructuración de viñedos y se ven obligados a esperar más de un año para poder plantar una superficie de viñedo que en la mayoría de casos apenas supera la media hectárea. Es por ello que muchos de los nuevos viñedos de Galicia se realizan por la vía de la compra de derechos de plantación que, a fin de cuentas, sale más rentable para la mayoría de bodegas y viticultores de Galicia. Y es que, como hemos dicho, la realidad gallega dista mucho de parecerse a la de las demás denominaciones españolas.

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