Galicia investiga alternativas ecológicas para luchar contra el Mildiu

El mildiu en Galicia

El mildiu es una enfermedad de la vid causada por el hongo Plasmopara viticola. Se trata de un hongo criptogámico, es decir, que actúa como un parásito que necesita los tejidos de la planta para sobrevivir. Es muy habitual en viñedos de todo el mundo, pero su incidencia es mucho mayor en zonas de elevada humedad ambiental y temperaturas suaves, como lo es Galicia. Los viticultores gallegos son muy conscientes de la importancia de vigilar la aparición de síntomas de mildiu en el viñedo, ya que si se descuida puede acabar con gran parte de la cosecha.

El mildiu es la enfermedad de la vid más temida en Galicia, ya que es muy frecuente debido a las condiciones climatológicas y potencialmente muy dañina. Su propagación es mayor en primavera y en los inicios del verano, cuando las hojas guardan la humedad del rocío nocturno o de la lluvia y las temperaturas son más cálidas. La humedad y las temperaturas suaves actúan como un caldo de cultivo para el mildiu que puede infectar todas las partes verdes de la vid, especialmente las hojas, los brotes y los racimos. Si el hongo se propaga por los racimos producirá mermas en las cosechas, pudiendo llegar a una pérdida de las tres cuartas partes de la producción en los casos más graves.

 

La lucha contra el mildiu

Ante el temor de perder la vendimia, en las últimas décadas muchos viticultores han hecho un uso sistemático de fungicidas comerciales, aplicándolos aún sin síntomas de la enfermedad y siguiendo los tiempos de efectividad estipulados por el fabricante. Muchos de estos tratamientos se usan como una profilaxis contra los hongos, es decir, que se aplican de forma preventiva aún cuando no existen síntomas de su presencia en las plantas. En las Rías Baixas se realizan un promedio de 8 a 12 aplicaciones de fungicidas en cada campaña, e incluso más en algunos casos.

Todo ello sumado a una producción intensiva de uvas en los viñedos produce un debilitamiento de las plantas que, cuando los tratamientos fungicidas pierden efectividad, carecen de sus propias defensas para luchar contra el hongo. En consecuencia, el mildiu se puede propagar en muy pocos días sobre un viñedo debilitado, aún cuando se emplean fungicidas preventivos. Existen además evidencias de que a lo largo de los años y debido a un uso masivo de estos compuestos, los hongos como el mildiu han desarrollado resistencia a los fungicidas, pudiendo desarrollarse en la vid aún cuando se han aplicado tratamientos, algo que intensifica el problema de la lucha contra estos patógenos.

Cada vez más conscientes, muchos viticultores gallegos están cambiando la estrategia de cultivo de la vid, buscando gestionar el viñedo de un modo racional, sin forzar la capacidad de producción de las vides y empleando alternativas que contribuyan a fortalecer las defensas de la propia planta. Un viñedo saludable conlleva una disminución del uso de fungicidas y fitosanitarios en general, pero también a una mayor calidad de la producción. Este principio se aplica a los sistemas de Producción Integrada, que buscan minimizar al máximo el uso de fitosanitarios y emplearlos solo cuando es estrictamente necesario; y también de la Producción Ecológica, en la que solo se emplean ciertos productos autorizados y respetuosos con el medio ambiente. Ambos tipos de producción buscan en esencia mantener un viñedo saludable capaz de defenderse por sí mismo contra los patógenos como el mildiu, así como realizar una viticultura sostenible y respetuosa con la naturaleza.

 

Los productos naturales más eficaces

Investigadores de la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, en Pontevedra, llevan años estudiando alternativas para el control de enfermedades en el viñedo y en otros cultivos de Galicia. Recientemente han llevado a cabo investigaciones para evaluar la eficacia de productos naturales en el control de mildiu y han obtenido resultados muy interesantes.

Estos investigadores testaron varios compuestos naturales y también uno de cobre comercial para evaluar la eficacia de los mismos en la lucha contra el mildiu, y así comparar también su eficacia en relación a un fungicida industrial. Se aplicaron 13 productos autorizados en la agricultura ecológica de acuerdo a las dosis autorizadas, interviniendo únicamente cuando las condiciones ambientales eran propicias para el desarrollo del hongo y además se detectaron síntomas de la enfermedad en el viñedo (manchas de aceite en las hojas). No se aplicaron nunca de forma preventiva.

Su estudio se llevó a cabo en varios años, desde 2011 a 2014 y también en 2017 en viñedos de las Rías Baixas. Cabe mencionar que los años 2011, 2013 y 2017 fueron los más secos y menos propicios al desarrollo del hongo, mientras que el 2012 y 2014 fueron más húmedos y por tanto de mayor incidencia de la enfermedad.

Los 13 productos naturales empleados en este ensayo se pueden clasificar por su método de aplicación y de acción en la planta, y son los siguientes:

  • Compuestos desecantes: bentonita y dióxido de silicio.
  • De acción sistémica: fosfonato potásico, sales de cobre y propóleo.
  • De acción penetrante y de contacto: cobre quelatado y peróxido de hidrógeno.
  • Compuestos fortificantes que estimulan las defensas naturales de la planta:
    • Nitrógeno (1%) + Fósforo (30%) + Potasio (20%) + Aminoácidos (4%)
    • Fósforo (30%) + Potasio (20%)
    • Carboxilaminas + extracto de Saccharomyces cerevisiae
    • Anhídrido fosfórico + Óxido de potasio
  • Combinaciones de compuestos sistémicos y fortificantes:
    • Fermentos de Lactobacillus + Enzimas de Trichoderma + Solución de fósforo y potasio
    • Cobre sistémico + Pentóxido de fósforo + Óxido de potasio

Tras este complejo estudio de campo que abarcó varios años determinaron que los compuestos fortificantes, es decir, aquellos que estimulan las defensas naturales de la planta, son los más eficaces en la lucha contra el mildiu, siendo incluso más efectivos que el cobre comercial. En concreto la fórmula Nitrógeno 1% + Fósforo 30% + Potasio 20% + Aminoácidos 4% demostró ser la más eficaz, y rebajó los daños del mildiu en los racimos a un 15%. Los siguientes compuestos de mayor efectividad fueron la fórmula Gluconato de Cobre 8% + Pentóxido de fósforo 30% + Óxido de potasio 20% y la fórmula Anhídrido fosfórico + Óxido de potasio. Mostrando todos ellos una eficacia en la lucha contra el mildiu muy superior a la del cobre comercial.

Si bien la eficacia de muchos productos naturales en la lucha contra enfermedades de la vid es bien conocida por numerosos viticultores, los estudios científicos como este son de gran valor para contribuir a un mayor conocimiento de estos compuestos. Realizando estudios rigurosos en el viñedo se obtiene información contrastada que supone un adelanto y un ahorro de tiempo y dinero para muchos viticultores que buscan alternativas respetuosas con el medio ambiente, pero también eficaces, para la gestión de sus vides.

Además, demostrar científicamente la eficacia de estos compuestos genera confianza entre muchos viticultores escépticos con este tipo de tratamientos para la vid, contribuyendo así a una mayor aceptación y normalización de su uso, así como a una mejor apreciación de sus beneficios.

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