Caramuxo, mincha o bígaro: un pequeño gasterópodo muy popular en Galicia

Sobre la Littorina littorea de Galicia

El caracolillo de mar es un pequeño molusco gasterópodo marino que vive en las rocas del intermareal. Se encuentra en toda las costa gallega y según qué zona se denomina de una forma diferente, por lo que tiene muchos nombres, como por ejemplo: bígaro, mincha, caramuxo, caramuxa, caramecha, cuco, meiga o mexacán. Su nombre científico es Littorina littorea, y fue descrito por Linneo en 1767. En ocasiones se denominan “litorina” a secas, especialmente entre la comunidad científica.

Las minchas presentan una concha cónica que gira en espiral hasta terminar en punta. Estos animales pueden alcanzar un tamaño de hasta 4 centímetros, pero la mayoría de ellos no sobrepasan los 2,5 cm. Las conchas muestran coloraciones oscuras (gris pardusco o gris verdoso) con numerosas bandas concéntricas de colores más claros. También muestran estrías superficiales en forma de espiral.

La concha se abre a través de un orificio por donde el molusco saca parte de su cuerpo para comer y desplazarse. Tiene un pie muy fuerte con el que se desplaza y se aferra a las rocas, y dos tentáculos muy largos con los ojos en la base de éstos. Cuando la marea baja el animal cierra la abertura de su concha con un opérculo de naturaleza córnea que lo protege, entre otras cosas, de la desecación.

Ejemplares de caracolillo de mar, mincha, bígaro o caramuxo

Estos gasterópodos se encuentran en gran parte de las costas del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, en países como Canadá y Estados Unidos y en toda Europa occidental, desde Noruega al mar Adriático.

Habitan sobre todo en el intermareal, sobre rocas, algas, plantas e incluso construcciones portuarias. Se alimentan fundamentalmente de las algas que crecen adheridas a las rocas. Por lo general escogen zonas que guardan cierta humedad después de bajar la marea, como grietas o zonas con piedras sueltas, donde sobreviven gracias al agua que pueden retener dentro de sus conchas.

Los bígaros son comestibles y ampliamente consumidos desde muy antiguo. De hecho, se han encontrado restos de sus conchas en las mismas cuevas de Altamira datados del año 15.000 a. C.

En España es considerada una especie pesquera admitida y en Galicia es un recurso del que muchos vecinos de la costa hacen uso para consumo propio, aunque también se encuentra en algunos restaurantes y mercados.

La forma tradicional de degustarlos es cocidos en agua de mar o en agua corriente con mucha sal. Para poder extraer el cuerpo de animal de la concha sin romperlo se emplea una aguja o un alfiler con el que se retira el opérculo y, a continuación, se pincha la parte del pie musculoso (más dura) y se tira hasta extraerlo completamente. Así, uno a uno, se van comiendo los bígaros, minchas o caramuxos.

Aunque la cantidad de comida que alberga cada concha es escasa, su sabor es muy intenso, suficiente para llenar la boca, y no pocos lo consideran una auténtica delicia.

Caramuxo o mincha cocido se extrae con un alfiler

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