El auge de la producción de kiwi gallego

La calidad del kiwi de Galicia

Galicia es la principal productora de kiwi de toda la Península Ibérica. La cornisa atlántica del sur de Galicia ofrece las condiciones ideales para el cultivo y la buena maduración del kiwi. De hecho, es en las comarcas del Baixo Miño y del Salnés donde se encuentran las mayores zonas de producción comercial, concretamente en los municipios de Tomiño y Ribadumia.

También en los hogares del rural gallego es frecuente contar con algunas plantas de kiwi para consumo propio. Y es que esta planta ofrece una buena cantidad de frutos bien maduros y sabrosos sin apenas necesitar más cuidados que los que el propio suelo y clima de Galicia le aportan. Es por ello que esta fruta exótica se expandió rápidamente por el rural gallego desde su introducción en Galicia a cargo del empresario José Fernández López y el ingeniero agrícola Carlos del Río en 1969. Aunque su producción a nivel comercial sufrió altibajos en tiempos pasados, hoy en día es la más importante de España y cuenta con medios humanos y tecnológicos a la altura de las mejores explotaciones agrícolas del mundo.

 

Origen e historia del cultivo de kiwi en Galicia

La planta del kiwi, Actinidia deliciosa, es originaria de una gran área de China, sobre todo de los bosques del valle del río Yangtsé donde crece de forma salvaje trepando por los árboles en forma de liana. En 1904 fue introducida en Nueva Zelanda donde se cultiva para obtener su fruto comestible y de ahí se expandió a más regiones templadas del planeta.

Como ya hemos mencionado, su llegada a Galicia fue en el año 1969 a manos del reconocido empresario José Fernández López y del ingeniero Carlos del Río. Su producción comercial comenzó pocos años después, en 1976, en el concello de O Porriño.

A pesar de que su cultivo continuó en expansión durante toda la década de los 80, el kiwi seguía siendo un producto escaso y muy caro en los supermercados. Probablemente la nula tradición y el escaso conocimiento de los productores en este tipo de cultivo fue la causa de su abandono en la década de los 90, optando los propietarios de las tierras por plantar viñas de Albariño en el momento en que la recién creada DO Rías Baixas se encontraba en crecimiento exponencial y apostando muy fuerte por esta variedad frente a otras autóctonas de la zona.

Sin embargo, el cultivo del kiwi no desapareció del todo en Galicia, quedando relegado a pequeñas plantaciones particulares y ejemplares aislados en las fincas de las casas para autoconsumo. Hace poco más de 15 años, en torno al año 2005, el cultivo de kiwi en Galicia con fines comerciales comenzó a recuperarse, esta vez a cargo de profesionales formados con plantaciones mejor dimensionadas y más modernas. A día de hoy, estas plantaciones se encuentran principalmente en Tomiño (comarca del Baixo Miño) y Ribadumia (comarca del Salnés). Ambas zonas ofrecen las condiciones edafoclimáticas óptimas para el cultivo de muchos frutales como el kiwi, las viñas, los cítricos y el mirabel.

Plantación de kiwis
La formación de las plantaciones de kiwis recuerdan a las parras de Albariño
Plantación de kiwis en flor
Plantación de kiwis en flor

Galicia es la principal productora de kiwi español, en torno al 40% de la producción nacional. La mayor parte del kiwi gallego se destina a la exportación, aunque una buena parte se consume en España, donde el consumo de esta fruta se está incrementando en los últimos años.

Las empresas gallegas productoras de kiwi se encuentran lejos del estancamiento, por el contrario están apostando por ampliar y renovar sus instalaciones para aumentar la capacidad de trabajo y la calidad del producto. También buscan nuevos productores y trabajan en la elaboración de nuevos subproductos del kiwi, e incluso se están investigando posibles usos en la industria cosmética y farmacológica.

 

Propiedades nutricionales y saludables del kiwi

Kiwi fresco y smoothie

De forma ovalada y de carne color verde con pequeñas semillas negras, el sabor del kiwi gallego es dulce y ácido. Aquí madura en las condiciones óptimas y por ello son muy aromáticos y de gran calidad. Su piel es fina y comestible, aunque por lo general se suele retirar.

El kiwi es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C (en torno a 90 mg por cada 100 g de alimento), y también contiene una importante cantidad de minerales, vitamina K y vitamina E, que estimula la producción de colágeno protegiendo la piel del daño solar y otros agentes externos.

Es una importante fuente de fibra, tanto soluble como insoluble, que contribuyen a la prevención de la diabetes, el cáncer del colon, el estreñimiento, la diverticulitis o los trastornos cardíacos.

También es rico en luteína, un pigmento que muestra numerosas actividades beneficiosas para la salud como reducir el riesgo de cáncer, de enfermedades cardíacas y de enfermedades oculares como la degeneración macular y las cataratas.

Su contenido en cobre lo hace especialmente adecuado para los niños, ya que contribuye a fortalecer los huesos, el desarrollo del cerebro y del sistema inmune. El aporte de folato y magnesio del kiwi también contribuyen a la formación de los huesos.​

Otras virtudes de esta fruta son su poder antiinflamatorio, antialérgico y normalizador de la presión arterial (ayuda a controlar la presión sanguínea y la actividad del corazón manteniendo el equilibrio de los fluidos). Por ello se recomienda su consumo acompañado de alimentos ricos en potasio.

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