El albariño ecológico de Bodegas Corisca

El albariño ecológico de Bodegas Corisca

¿Se pueden hacer vinos ecológicos de calidad en Galicia? La respuesta es un sí con mayúsculas y más después de conocer los vinos de Bodegas Corisca. Eso sí, un resultado tan bueno solo es posible con mucho trabajo y esfuerzo.

Bodegas Corisca se encuentra entre Tui y Salvaterra de Miño, en la subzona de O Condado do Tea de la D.O. Rías Baixas. Sus fincas, enmarcadas entre bosques y montañas, forman parte de un hermoso valle que se abre al río Miño. Esta bodega ha sido pionera en certificar toda su producción con el sello ecológico y la primera en comercializar un albariño de las Rías Baixas 100% ecológico. Un vino que obtuvo la medalla de oro en la 30 edición de la Cata de Vinos de Galicia.

El triunfo de este proyecto ha sido posible gracias al esfuerzo y tesón de la abogada Natalia Rodríguez y su hermana. Ambas se hacen cargo de Finca Muiños, un viñedo familiar de 2 hectáreas con cepas de más de 40 años, y de Finca Malladoura, un viñedo de 3 hectáreas con cepas de 15 años. Por supuesto, ambos se cultivan en ecológico y requieren del desempeño y las intensas labores manuales que realizan sus viticultoras.

El nombre “Corisca”, que significa viento con lluvia y granizo, es un homenaje a su tierra y a las habituales inclemencias del tiempo que caracterizan a Galicia.

 

El esfuerzo de cultivar en ecológico en Galicia

Galicia es una tierra en ocasiones complicada para el cultivo de la vid, especialmente por su elevada pluviometría y la humedad ambiental que tanto gusta a los indeseables hongos como el mildiu y el oidio. Hongos que provocan enfermedades criptogámicas tan temidas por los viticultores gallegos y que, si no se controlan a tiempo, pueden acabar con cosechas enteras. Pero no por ello los viticultores se ven necesariamente obligados a aplicar productos industriales agresivos, es posible hacer un manejo ecológico del viñedo dedicando más tiempo y trabajo manual al mismo. Un sacrificio costoso en términos de esfuerzo del viticultor, pero muy agradecido en términos de salud del viñedo.

En Corisca sustituyen el abuso de fitosanitarios por un intenso trabajo manual y por el uso de extractos obtenidos a partir de plantas de la zona, extractos que tienen actividades insecticidas y fungicidas naturales. Los viñedos disponen de una cubierta vegetal todo el año que impide el crecimiento de malas hierbas, haciendo innecesario el uso de herbicidas. Para evitar a los hongos, se presta mucha atención a la poda en verde y a los deshojados, especialmente en primavera, labores que se realizan para permitir una mejor aireación del viñedo y la penetración de los rayos de sol en la planta.

Sus viñedos se cuidan para el establecimiento de un equilibrio natural y en especial para mantener un suelo sano en el que se instaure la vida microbiológica que le es característica. Entendiendo el viñedo como un ecosistema en el que participan las vides, pero en el que también son necesarios otros organismos, en las fincas de Corisca se instaura la vida que contribuye a mantener un viñedo saludable.

 

¿Cómo es el albariño Corisca?

Este vino se ha elaborado con las mínimas intervenciones y bajo los criterios de producción ecológica. Se ha realizado una maceración prefermentativa de las uvas durante 6 horas y una fermentación alcohólica espontánea (con levaduras naturalmente presentes en el viñedo) en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura. Después, se mantuvo sobre sus lías más finas durante tres meses realizando continuos batonnage.​ Finalmente, se ha estabilizado por frío antes de su embotellado.​

Al servirlo observamos que está perfectamente limpio y brillante, destacando su bonito color amarillo pajizo con reflejos amarillo-verdosos. Al olerlo percibimos una buena intensidad aromática con predominio de frutas blancas como la manzana golden y la pera, rápidamente detectamos aromas cítricos y matices a fruta de hueso y hierba fresca. Un vino lleno de agradables matices que despiertan nuestros sentidos. En boca es amplio y fresco, con una ligera untuosidad y una acidez bien integrada. Estas agradables sensaciones nos acompañan un buen rato tras degustarlo.

Lo que más nos gusta de este vino es que nos habla con franqueza de su tierra y de su viñedo. Un vino 100% ecológico capaz de cumplir con nota las expectativas de los consumidores más exigentes.

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