Métodos tradicionales de pesca en Galicia
En Galicia existen multitud de artes de pesca, la mayoría de las cuales tienen un origen muy remoto. Algunas de ellas se siguen empleando a día de hoy, tal y como lo hacían nuestros ancestros, otras se han modernizado y adaptado a los tiempos actuales y, otras artes, están restringidas por su alto potencial de captura.
Puesto que existen varias artes diferentes con su nomenclatura propia y, además, un mismo método tradicional recibe diferentes nombres según qué ría o qué zona de Galicia, dedicamos estas líneas a hablar de las artes de pesca más destacadas de la tradición pesquera gallega.
Liña y palangre
La liña (o linea), el palangre y el palangrillo son las principales artes de anzuelo de Galicia que se realizan sobre embarcaciones paradas o en movimiento.
La liña es un arte sencillo que consiste en atar un anzuelo en el extremo de una tanza (un sedal grueso) y se emplea de forma similar a una caña, pudiendo sujetarse la tanza directamente con la mano o estar atado a la embarcación.
El palangre es, fundamentalmente, una combinación de muchas liñas. Así, el palangre está formado por un cabo denominado madre del que penden varias liñas a intervalos regulares denominados brazoladas. Los palangres pueden ser de fondo o de superficie y los de pequeñas dimensiones reciben el nombre de palangrillos.
Las artes de pesca con anzuelo son de las más selectivas y respetuosas con el medio, ya que el grosor y tamaño de los anzuelos se modifica en función del tipo de la talla y captura que se busca.
Nasas y trampas
Las nasas son las trampas más empleadas en la pesca tradicional gallega, mientras que otros aparejos como los alcatruces están prácticamente en desuso. Las nasas son una especie de jaula hecha de madera, metal o mimbre que se recubren con una red dispuesta de tal manera que permiten la entrada de mariscos o peces pero no su salida. Lo habitual es unir varias nasas con una cuerda formando las denominadas caceas o riseiros, que llevan también varias boyas que las señalizan una vez echadas al mar.
Las nasas se emplean principalmente para la captura de mariscos, crustáceos y pulpo, y también algunos peces. Su forma, y también el nombre que reciben, varía en función de la especie a capturar. Así, tenemos centoleiras, langosteiras, congreiras, camaroneiras, etc. para la captura de centolla, langosta, congrio y camarones respectivamente.
Artes de enmalle
Las artes de enmalle son en general aquellas que emplean redes para la captura de peces. En concreto se emplean paños de red con diferentes dimensiones, amplitud de maya y colocados de diferentes formas según el arte empleado: el miño, el trasmallo, la beta y el xeito. Tradicionalmente estas redes son confeccionadas y reparadas por las redeiras y los redeiros, un gremio de artesanos que todavía pervive en varios de los pueblos pesqueros de Galicia.
Las artes de enmalle constan, además de los paños de red, de dos cabos denominados trallas, unos superior y otro inferior, sobre los que se fijan las redes. La tralla superior lleva boyas u otros objetos flotantes que sirven para sostener la red en la vertical y también como señalización. La tralla inferior lleva plomos que permiten que la red se extienda hacia el fondo ejerciendo su función de captura.
Además, las artes de enmalle pueden ser fijas al fondo o de deriva. Las fijas se echan al mar desde las embarcaciones para después ser recogidas en 24 horas como máximo para evitar que las capturas pierdan frescura; serían el miño, el trasmallo y la beta. Por su parte, las artes de deriva como el xeito van siempre unidas a la embarcación mediante un cabo de longitud variable y se utilizan en movimiento para que los peces queden atrapados en la red.
El miño es un arte de enmalle fija al fondo formado por tres paños de red: dos paños exteriores y uno interior, siendo este último de malla de tamaño inferior a los otros dos y generalmente de mayor extensión. El trasmallo es muy similar al miño, diferenciándose de éste en su mayor tamaño de red y mayor amplitud de las mallas, por lo que es apto para la pesca de ejemplares de mayor tamaño. Por su parte, la beta es un sistema muy simple formado por un solo paño de red rectangular fijo al fondo y que se emplea en determinadas ocasiones.. Estas artes de enmalle se emplean para la captura de peces de las rías (sargo, pinto, san martiño, rodaballo, coruxo, lenguado y sepia, entre otras) y también algunos mariscos como la centolla.
El xeito es un arte de enmalle de deriva formada por un solo paño de red rectangular extendido entre dos tralla. La tralla superior, que consta de un sistema de flotación por boyas, permite el calado a profundidad variable. El xeito se emplea sobre todo para la captura de la sardina.
Todas las artes de enmalle hasta ahora mencionadas son las denominadas artes menores, ya que se emplean principalmente en la pesca de bajura, y son también las más comunes en Galicia. Pero también se emplean “artes mayores” constituidas por redes de gran tamaño para la captura de merluza (como la volanta o merluceira) y de rape (mediante el denominado rasco).
Otro arte de pesca con red es el cerco, en el cual se emplea una red rectangular sencilla y una metodología muy concreta. Hacen falta dos embarcaciones para el cerco: una que permanece inmóvil sosteniendo la red (embarcación principal) y otra auxiliar, generalmente más pequeña, que larga la red en círculo rodeando al banco de peces que se desea capturar. Después, la embarcación principal jala la red por su cabo inferior cerrándola desde abajo, atrapando la captura en su interior, la cual a continuación se sube a la embarcación. Este método de pesca tradicional es muy selectivo, ya que la red solo se larga cuando se detecta un banco de peces.
Técnicas de arrastre
Los métodos de arrastre son más propios de la pesca de altura, aunque en Galicia tenemos ejemplos de redes de arrastre empleadas en la pesca de bajura. Estos métodos son muy cuestionados por los daños que producen en el lecho marino, cuya conservación juega un papel vital en los ecosistemas. Es por ello que se debe de hacer un uso limitado y consciente de estas artes con la finalidad de preservar la salud de los ecosistemas marinos y, en consecuencia, de la pesca.
Los más empleados en las rías gallegas son el bou de vara (también llamado rapeta, bou de man, boliche o chinchorro) y el rastro. Son redes que se arrastran en una zona concreta del mar, remolcados con la ayuda de un bote, y que se emplean para la captura de vieiras, almejas y similares.
Artes de marisqueo
El marisqueo a pie es una de las artes tradicionales más emblemáticas de Galicia. Las mariscadoras y mariscadores emplean utensilios muy similares a los usados en el campo pero adaptados para remover la arena y el lodo en busca de bivalvos como las almejas, berberechos, navajas o longueiróns. Así, tenemos ela horquilla o gancha, el sacho o legón, el rastrillo, la fisga, el fouciño, la rasqueta, etc.
El marisqueo a flote se realiza a bordo de pequeñas embarcaciones. Se pueden emplear métodos manuales como el rastro o angazo, el raño y la gancha, que son similares a un rastrillo y llevan una pequeña bolsa de red unida donde queda retenido el marisco. Por su parte, los métodos de tracción mecánica empleados en el marisqueo a flote son técnicas de arrastre que emplean armazones metálicos remolcados desde la embarcación. Son, por ejemplo, el rastro de navalla, el rastro de vieira, el rastro de camarón o el endeño remolcado.
La pesca es una de las actividades más importantes de Galicia a nivel económico, social y cultural. También es un importante valor turístico, ya sea por el encanto de los pueblos y villas marineras, como por las iniciativas turísticas desarrolladas por diferentes entidades en torno a esta actividad. En este sentido, cabe mencionar que la pesca recreativa y deportiva también está muy extendida en Galicia y es una importante herramienta de desarrollo turístico, económico y social en el medio rural.
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He tomado una fotografía y un párrafo de este blog para un libro de próxima publicación, logicamente citando la fuente.