El mejor rafting está en Galicia
El rafting consiste en descender ríos en balsas neumáticas y es una actividad que se puede adaptar a todos los niveles, siendo apta para los más intrépidos, grupos de amigos y también familias. Además de ser un plan perfecto para pasar un muy buen rato, es una actividad saludable que nos pone en contacto con la naturaleza y con el deporte. De lo que no hay duda es que se viven sensaciones intensas y se descarga adrenalina, algo necesario para aliviar el estrés y desconectar de la rutina diaria.
Galicia goza de una importante y compleja red hidráulica, lo que la ha llevado a ser denominada como “la región de los mil ríos”. De los numerosísimos ríos gallegos, muchos son perfectos para realizar rafting y, según qué río, qué tramo y qué época del año encontramos escenarios adecuados para deportistas con niveles avanzados, pero también aficionados y personas que no han practicado nunca este deporte.
Sin duda, Galicia reúne unas condiciones excelentes para la práctica del rafting. De forma general, el mejor período para la navegación es de otoño a primavera, ya que la mayor pluviometría en Galicia suele ser en los meses de enero y febrero.
Dedicamos estas líneas a contaros cuáles son los ríos gallegos con servicios y condiciones adecuadas para practicar rafting con amigos y familiares, sea cual sea vuestro nivel, así como algunos para nivel más avanzado.
Es importante resaltar que el rafting es un deporte de riesgo, y es necesario tener experiencia y conocimientos para realizarlo por cuenta propia, además de protecciones y chaleco. Si no eres profesional y quieres practicar rafting en Galicia, simplemente para disfrutar de la experiencia y pasar un día inolvidable, debes contactar con alguna de las diferentes empresas especializadas de la zona. Éstas os instruirán en las nociones básicas, aportando chalecos y cascos, además de la presencia de guías profesionales que os acompañarán durante toda la actividad para disfrutar del río con total seguridad.
Rafting en los ríos gallegos
Río Ulla
El río Ulla es uno de los más largos de Galicia. Nace en el oeste de la provincia de Lugo, muy cerca del Monte do Faro, y recorre 132 kilómetros hasta su desembocadura en la Ría de Arousa.
En la actualidad, el principal tramo para hacer rafting se encuentra hacia el final del río, en la zona de Padrón (A Coruña) y transcurre por 7 kilómetros entre las parroquias de Ponte Barcala y Herbón (lugar bien conocido por sus pimientos). Se trata de un tramo de nivel bajo e ideal para la iniciación, además, se puede realizar en cualquier época del año.
Hasta hace poco había otro descenso del Tambre muy concurrido en la zona de Portodemouros, pero la ampliación del embalse con dos nuevas presas ha acabado con los tramos de río en esta zona.
Río Deza
El río Deza es un pequeño afluente del Ulla ubicado en la comarca del Deza, en el interior de la provincia de Pontevedra. Aquí, entre los municipios de Vila de Cruces y Silleda se encuentra un tramo de rafting de nivel avanzado, solo apto para los más experimentados. Se trata de un descenso técnico de 8 kilómetros que pone a prueba la capacidad de maniobra de los navegantes. Se puede realizar en otoño, invierno y primavera en función de la intensidad de lluvias.
Río Tambre
El río Tambre nace en los Montes de Bocelo (Ayuntamiento de Sobrado) y pasa muy cerca de Santiago de Compostela antes de desembocar formando la Ría de Muros e Noia. Así, cerca de Santiago, entre los pueblos de Pontealbar y Portomouro, se encuentra uno de los descensos más visitados, ya que además de ser fácil (nivel bajo) es muy divertido.
El tramo consta de un rápido conocido como el “Salto de la Cabra” que forma un tren de olas constante que, sin duda alguna, te hará pasar un muy buen rato a bordo de la balsa.
Eso sí, si quieres realizar este descenso en el Tambre será mejor que lo hagas en invierno, ya que sin un caudal alto este tramo no resulta recomendable.
Río Sil
El río Sil es el principal afluente del Miño. Nace en Asturias y entra en Galicia por Valdeorras hasta alcanzar la Ribeira Sacra, donde forma los espectaculares cañones del Sil, en una zona candidata a Patrimonio de la Humanidad en 2021.
La zona para practicar rafting en el Sil se encuentra en el municipio orensano del Barco de Valdeorras, donde se halla un tramo de 10 kilómetros de nivel bajo-medio, perfecto para aquellos que buscan emociones fuertes.
Río Miño
El río Miño es el más importante de Galicia y atraviesa gran parte de estas tierras: desde su nacimiento en la sierra de Meira (en la provincia de Lugo) hasta su desembocadura en el sur de la provincia de Pontevedra, en el ayuntamiento de A Guarda, recorre 310 kilómetros, siendo los 80 últimos frontera entre España y Portugal.
A pesar de ser un río muy caudaloso con cinco embalses en su recorrido, dispone de varias zonas ideales para practicar rafting en primavera y verano, que es cuando el nivel de lluvias desciende un poco en comparación con el otoño y el invierno.
Es precisamente donde el Miño hace de frontera internacional donde se encuentran los mejores tramos para hacer rafting, concretamente en los municipios de Crecente y Arbo. Aguas abajo desde el embalse de Frieira (en Crecente), el descenso navegable se extiende unos 25 kilómetros en una sucesión de zonas tranquilas y de rápidos con olas hasta la parroquia de Barcela, en Arbo. Dada su longitud, lo habitual es realizar una parte del total. Es una zona perfecta para practicar un buen rafting, divertido y con variedad de zonas, de nivel medio, perfecto para los amantes del deporte y las emociones fuertes.
También en el Miño, pero más al norte, muy cerca de la ciudad de Lugo, se encuentra un tramo de nivel bajo-medio de 11 kilómetros de longitud que va desde la parroquia de Ombreiro hasta la de Penarrubia. Es el rafting perfecto para realizar en familia, o con amigos, especialmente si decides visitar la ciudad de la Muralla Romana mejor conservada del mundo.
Río Tea
El río Tea es afluente del Miño hacia el final de su recorrido, en la zona del Condado do Tea. Desde su nacimiento en la Serra do Suido hasta su desembocadura en Salvaterra de Miño, está protegido por la Red Natura 2000 y cuenta, sobre todo en su parte alta, con los bosques autóctonos de ribera mejor conservados de la provincia de Pontevedra.
Cuando la cantidad de lluvia es suficiente para aumentar su caudal, esto es, en otoño, invierno y principios de primavera se puede descender un precioso tramo de 12 kilómetros que transcurre, en su mayor parte, por los municipios de Mondariz y Mondariz-Balneario, concretamente desde la parroquia de O Porrón hasta la de Fozara. Se trata de un recorrido de nivel medio con zonas estrechas entre rocas y rápidos de diferentes niveles de dificultad .