El botafumeiro de la catedral de Santiago

El vuelo del botafumeiro

El botafumeiro es uno de los elementos más atractivos de la catedral de Santiago de Compostela, junto con la belleza del Pórtico de la Gloria, la visita al “Santo dos Croques” o el abrazo a Santiago apóstol. Aunque, en el caso del botafumeiro, el interés viene dado por lo espectacular de verlo en plena acción, oscilando de un lado a otro de la catedral. Un evento que nadie se quiere perder, a pesar de que más de uno y una se ha llevado un buen susto al ver una “mole humeante” oscilar a lo largo de varios metros y pasar volando a escasa distancia sobre sus cabezas. Lo cierto es que impresiona, y mucho, ver el botafumeiro en plena acción.

La palabra gallega botafumeiro significa, de forma literal, “echador de humo”, aunque el término incensario es el más correcto para designarlo en castellano. Eso sí, el incensario de la catedral de Santiago de Compostela es de proporciones enormes ya que mide nada más ni nada menos que 1,5 metros de altura y pesa 54 kilos.

El objetivo principal del botafumeiro es incensar las reliquias apostólicas, aunque es más conocido por otra finalidad práctica: la de limpiar el ambiente durante las grandes aglomeraciones de fieles y, especialmente, cuando a partir del siglo XVI los peregrinos pernoctaban en el interior de la basílica. Nadie duda de que el intenso olor del incienso serviría a modo de ambientador en tiempos pasados, pero su propósito es en realidad puramente litúrgico.

 

Funcionamiento del botafumeiro

El funcionamiento del botafumeiro se acompaña de un ritual que acompaña su majestuoso vuelo esparciendo, en su pendulante movimiento, el humo de incienso desde las alturas de la nave central (crucero) de la basílica.

Primero se sitúa el enorme incensario en el centro del crucero y se llena con unos 400 gramos de carbón e incienso. A continuación se ata a la gruesa cuerda que lo sostendrá en su vuelo, anclada a la cúpula central de la catedral, a 22 metros de altura. Gracias a un sistema de poleas situado en la nave transversal de la catedral, se consigue poner en movimiento pendular al botafumeiro. Para ello se necesita la fuerza de ocho hombres, los tiraboleiros, que después de dar un empujón al botafumeiro para ponerlo en movimiento, tiran de cada uno de los ocho cabos amarrados a la cuerda principal que sostiene el incensario.

Tiraboleiros tirando del botafumeiro
Tiraboleiros tirando del botafumeiro

El botafumeiro se hace oscilar entre la puerta de A Acibechería (norte) y la de As Praterías (sur) en un acompasado ir y venir que va ganando fuerza y velocidad cuantas más veces se tira de él. Así, el incensario compostelano puede alcanzar una velocidad de 68 km/h describiendo un arco de 65 metros y llegando a alcanzar una altura máxima de 21 metros (describiendo un ángulo de 82º). Se necesitan en torno a 17 recorridos completos para llegar a esta altura máxima.

Hasta hace poco, teníamos en Santiago al tiraboleiro mayor más destacado de las últimas décadas: Armando Raposo Guldrís, quien estuvo en el oficio desde la década de 1960. Sus funciones como tiraboleiro mayor eran poner en marcha el botafumeiro, dar las órdenes de tiro y atrapar el incensario para detenerlo, una maniobra que realizaba de manera espectacular y que siempre era aplaudida por el público.

Tiraboleiro mayor

Historia del botafumeiro

El origen del botafumeiro todavía es desconocido. Se cree que pudo ser introducido en la catedral por primera vez en torno al año 1322, fecha de la referencia más antigua de la que se tiene constancia, y con toda probabilidad no antes del siglo XII, puesto que la detallada descripción de la catedral incluida en el Códice Calixtino no hace mención alguna al incensario.

A finales del siglo XV, en el año 1499, el botafumeiro sufrió uno de los contratiempos más destacados de su historia cuando salió disparado por la puerta de As Praterías. El incidente tuvo lugar en presencia de la infanta Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, que había realizado la peregrinación a Santiago antes de desposarse con el Príncipe de Gales.

Similares situaciones ocurrieron en 1622 y el 26 de julio de 1937 (Año Santo). Se dice que en este último percance en el que se desprendió el botafumeiro, se produjo tal estruendo que los presentes lo confundieron con una bomba de la Guerra Civil.

El maestro Juan Bautista Celma fue quien, en el siglo XVII, ideó la estructura de hierro que sujeta la cuerda del botafumeiro y que hoy seguimos admirando. Esta estructura sustituyó a la antigua de madera, mucho más endeble, y fue construida en el País Vasco.

El botafumeiro que se usa en la actualidad de forma habitual en la catedral de Santiago fue realizado por el platero compostelano José Losada en 1851. Fue restaurado por primera vez de forma íntegra en el año 2006 en el taller madrileño de Molina Acedo, que llevó a cabo un refuerzo de su estructura de bronce y latón y renovó su baño de plata.

Botafumeiro de la Catedral de Santiago en funcionamiento

Durante el siglo XIX y a principios del XX, el botafumeiro funcionaba solo en las grandes solemnidades, en muy pocas ocasiones al año. En la segunda mitad del siglo XX se hacía volar en varias ocasiones y llegó a alcanzar una gran popularidad, convirtiéndose en un atractivo turístico de gran importancia en Santiago.

En la actualidad el botafumeiro funciona solo en ocasiones puntuales vinculadas con la tradición jacobea, cuando se recibe la visita de altas autoridades o cuando es contratado y pagado por particulares.

 

¿Cuándo funciona el botafumeiro?

Si hay una pregunta que los compostelanos y compostelanas no paran de oír tanto de peregrinos como de turistas es esta. Y es que nadie quiere perderse el espectáculo del botafumeiro.

Como ya hemos mencionado, el botafumeiro se pone en funcionamiento solo en determinadas ocasiones al año, como la visita de altas autoridades o en los siguientes días de celebración eucarística:

  • La Epifanía del Señor (6 de enero).
  • El Domingo de Resurrección.
  • La Ascensión del Señor.
  • La Aparición del Apóstol – Clavijo (23 de mayo).
  • En la celebración de Pentecostés.
  • En el Martirio de Santiago o día de Santiago Apóstol (25 de julio).
  • La Asunción de María (15 de agosto).
  • Todos los Santos (1 de noviembre).
  • Cristo Rey, Solemnidad de Jesucristo.
  • Inmaculada Concepción (8 de diciembre).
  • Navidad o natividad de Cristo (25 de diciembre).
  • Traslado de los Restos del Apóstol (30 de diciembre).

Además, en Año Santo, como el presente año Xacobeo 2021, el botafumeiro puede funcionar cualquier día del año en las misas del peregrino siempre y cuando alguien lo reserve (recordad que el botafumeiro es de pago). Su reserva se puede realizar en la Oficina de Acogida al peregrino y en el e-mail: botafumeiro@catedraldesantiago.es.

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