El coronavirus obliga a suspender la Festa do Marisco de O Grove 2020
A día de hoy la Fiesta del Marisco más esperada de Galicia, la de O Grove, ya habría comenzado. Pero la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado, como es lógico, a cancelar éste y otros muchos eventos multitudinarios en todo el país. En este sentido, las fiestas gastronómicas son quizás las más perjudicadas ya que de forma obligatoria los asistentes deben retirarse las mascarillas para poder degustar los platos, algo que, de no mantenerse la distancia de seguridad, aumenta todavía más el riesgo de contagios. Por ello, por la seguridad de todos, las fiestas gastronómicas de Galicia más multitudinarias se han cancelado y no son pocos los ayuntamientos que están haciendo esfuerzos reales para seguir siendo un destino turístico seguro.
La Festa do Marisco de O Grove ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y, de haberse celebrado, alcanzaría este año su 57 edición, esperamos que sí se celebre esta 57 edición de la fiesta de marisco en 2021 . La dimensión de este evento gastronómico va mucho más allá del placer culinario, ya que se trata de un acontecimiento cultural en el que se pone en valor las costumbres y formas de vida de las gentes del mar de Galicia. Es, además, uno de los mayores activos turísticos del municipio.
A pesar de que este año no tengamos la Fiesta del Marisco, la esencia marinera de O Grove, sus restaurantes, sus servicios y el enorme potencial gastronómico y natural de esta bella península continúan muy vivos. ¿Por qué no acercarse al Grove para descubrir sus restaurantes permitirse un lujo culinario con productos frescos y de calidad? Si algún momento es bueno para disfrutar de una buena mariscada es ahora y en los próximos meses, ya que la mayoría de mariscos están en temporada en otoño e invierno.
Y es que la costa gallega es mucho más que un destino para disfrutar del sol y la playa. Es un destino para empaparse de tradición, de cultura, de olor a mar y frescura, de gentes amables y de productos gastronómicos como no los hay en ninguna otra parte del mundo.
El marisqueo y el marisco de O Grove
Además de ser uno de los principales atractivos turísticos de la Ría de Arousa, O Grove es, y ha sido tradicionalmente, una localidad sustentada por el mar. La pesca de bajura, el marisqueo a pie y a flote, las bateas y la industria conservera condicionan el ritmo de vida y son uno de sus principales motores económicos.
El marisqueo a pie es el más conocido y representativo de las actividades que tradicionalmente realizaban las mujeres del mar, aunque la presencia masculina es cada vez mayor en este honroso oficio. Es una de las artes de pesca más antiguas y se basa, fundamentalmente, en el cultivo y extracción de bivalvos como las almejas, los berberechos o las navajas.
Cargadas con utensilios y artes específicas como el sacho, la pinza, el anciño, la aixada, la sacha o el ganchelo, las mariscadoras recolectan y cultivan con esfuerzo y tesón estos mariscos entre la arena, las piedras y el lodo que abundan en las fecundas zonas del intermareal de las rías gallegas.
Otra importante actividad del Grove es el marisqueo a flote, que consiste en extraer los bivalvos desde una embarcación y con la ayuda de un raño (rastrillo de tracción manual). Pero también de mariscos crustáceos, como la centolla, el buey, las nécoras o incluso cigalas que se extraen con nasas, unos aparejos que permiten capturar a los ejemplares vivos y devolverlos al mar si no llegan a la talla mínima.
Los mariscos vivos y recién capturados en la Ría de Arousa llegan cada día a la Lonja de O Grove para su subasta. De ahí van a los mercados y restaurantes de toda España, pero una buena parte de este producto local se queda en O Grove, en sus restaurantes y plazas de pescados y mariscos.
Si hay un lugar en el mundo donde poder empaparse de la cultura marinera y mariscadora es la Ría de Arousa, en localidades tradicionalmente marineras como O Grove. ¿Qué mejor que disfrutar de una mariscada en el lugar donde son originarios tan codiciados productos?
Cualquier amante de la buena gastronomía sabe que una experiencia culinaria no se queda en el mero acto de ingerir alimentos: se trata de aprender a apreciarlos con todos los sentidos y también con el entendimiento de conocer su origen, su entorno y las personas que están detrás de la explotación de este recurso. Si hablamos del marisco de Galicia entonces, esta premisa cobra todavía más importancia: ¿A qué saben las rías gallegas? ¿Cómo huele el mar por las mañanas? ¿Se puede sentir la salitre en el viento? ¿Cuál es el sonido que hacen las mariscadoras en la arena?… Cualquier respuesta que pudiéramos dar sería pobre, para descubrirlo hay que venir y sentirlo.