Reservas de la Biosfera de la UNESCO en Galicia
Las Reservas de la Biosfera son instrumentos establecidos por el Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO. Estos instrumentos sirven, esencialmente, para impulsar la integración de las poblaciones y la naturaleza con la finalidad de promover un desarrollo sostenible. Mediante el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza en zonas rurales, el respeto a los valores culturales y la capacidad de adaptación de la sociedad ante los cambios, las Reservas de la Biosfera pretenden ser reductos que mantengan a la humanidad unida con su entorno natural, tal y como lo llevamos haciendo desde hace miles de años.
Las Reservas de Biosfera pretenden conservar los recursos que son necesarios para sostener numerosas actividades agroganaderas, y otras relacionadas, que son sustento y forma de vida de las gentes que las habitan. Actividades en muchas ocasiones tradicionales y respetuosas con el medio que han surgido como resultado de la interacción del ser humano con la naturaleza. Por eso mismo, las Reservas de Biosfera son también un instrumento de protección de la biodiversidad y los ecosistemas, ya que son fundamentales para proveer los recursos de los que dependen las actividades humanas.
Asimismo, en estas zonas se promueven iniciativas donde se pone en valor la cultura etnográfica y el patrimonio natural de la zona, tales como el turismo sostenible o la creación de museos y centros de interpretación.
En Galicia hay declaradas siete Reserva de la Biosfera. Os hablamos de cada una de ellas a continuación.
Reserva Transfronteriza Gerês-Xurés
El conjunto del Parque Natural Serra do Xurés y el contiguo Parque Nacional de Portugal Peneda-Gerês, han sido declarados Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO, siendo la única de carácter transfronterizo en toda Europa.
Esta Reserva de la Biosfera posee elementos etnográficos y culturales de gran valor, como las “alvarizas” (colmenas amuralladas), los métodos de elaboración de productos como embutidos y quesos, la cría de vacas autóctonas de raza Cachena y de cerdos de las razas Bísaro y Celta, etc. Todas las actividades agroalimentarias, turísticas y de artesanía que aquí se realizan son ejemplos de desarrollo sostenible, y del uso de los recursos naturales de un modo respetuoso que preserva y pone en valor su entorno natural.
La riqueza del Gerês-Xurés se debe a su diversidad de ecosistemas forestales y de turberas, y a la confluencia del clima Atlántico y Mediterráneo. Es por ello que aquí se encuentran numerosas especies endémicas, que solo se encuentran en lugares muy específicos del planeta. Solo en este lugar se concentran más de 850 especies de plantas que reflejan la enorme biodiversidad de la región.
El paisaje está claramente marcado por las cordilleras pedregosas y la presencia del río Limia, que a lo largo de milenios ha escarbado valles y gargantas en la montañosa sierra. Aquí se encuentran también importantes restos de la civilización romana, como calzadas, miliarios y balnearios o mansios.
Río Eo, Oscos y Terras de Burón
Esta Reserva ocupa una superficie casi 160.000 ha, de las que casi 500 ha corresponden a aguas marinas someras, próximas a las costas de Galicia y Asturias y adyacentes al estuario del río Eo. La parte terrestre se reparte entre 7 municipios gallegos y 7 asturianos, aunque las dos terceras partes de la reserva ocupan territorio gallego y un tercio el asturiano.
En el territorio de la reserva es posible identificar un total de 41 tipos de hábitats de interés comunitario, de los que 11 son considerados prioritarios, centrados fundamentalmente en los ecosistemas dunares, los matorrales costeros, zonas húmedas continentales y bosques ligados a medios húmedos. Aquí conviven numerosas especies vegetales y animales, muchas de ellas de gran interés comercial como el salmón o la lamprea.
Además, toda la reserva acoge un rico patrimonio histórico como restos tumulares, dólmenes y multitud de conjuntos de la cultura castreña. Y patrimonio etnográfico como pallozas, hórreos, cabazos, palomares, trobos, cortizos, alvarizas (para proteger las colmenas de los depredadores), corripas y ouriceiras
Existen dos rutas del Camino de Santiago que pasan por estas tierras rumbo a la capital de Galicia: el “Camino de la Costa” y el “Camino Primitivo”, ambos declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Ribeira Sacra y Serras do Oribio y Courel
Se trata de la segunda Reserva de la Biosfera más grande de Galicia, con una superficie superior a las 300.000 hectáreas, que abarca las montañas y valles enclavados entre el Miño y el Sil, al sur de la provincia de Lugo y noreste de la de Ourense. Una zona que destaca especialmente por la belleza de sus paisajes, su naturaleza mejor conservada y la enorme riqueza cultural y etnográfica que atesora. También es la Reserva de la Biosfera más joven de Galicia, declarada como tal en el año 2021.
Incluye 23 municipios (18 de la provincia de Lugo y 5 de la de Ourense) con una población total de 75.000 habitantes. En general son zonas rurales envejecidas, algunas de ellas en riesgo de abandono, donde resulta difícil generar riqueza y fijar población. Algunas de las principales actividades que aquí se desenvuelven son la ganadería, la viticultura, la explotación de castañas y miel, o el turismo rural.
En esta Reserva de la Biosfera se dan características únicas y peculiares condicionadas por la orografía, los valles fluviales y la influencia del clima atlántico y mediterráneo. Los bosques dominan gran parte del paisaje, donde destacan especialmente las devesas (bosques de tipo atlántico orientados al norte) como la Devesa da Rogueira y la de Romeor. Masas arbóreas de castaños, robles, abedules, madroños, cerezos y olivos conviven con matorrales como los tojos, brezos o retamas, y con una enorme variedad de plantas aromáticas y bayas silvestres. Los pastos y las zonas de matorral se intercalan con los bosques, valles fluviales y montañas. Todos ellos acogen una gran diversidad de animales, especialmente de aves como el búho real, el halcón peregrino, el águila pescadora o el águila real, entre muchas otras.
Terras do Miño
La Reserva de la Biosfera Terras do Miño fue la primera declarada en Galicia por la UNESCO en el año 2002. Es también la segunda reserva más extensa de todas las declaradas en la Península Ibérica, con una superficie de 363.669 ha que ocupan el 39% de la provincia de Lugo.
Abarca un total de 26 municipios lucenses: Ourol, O Valadouro, Muras, Alfoz, Mondoñedo, Abadín, Xermade, Vilalba, A Pastoriza, Riotorto, Guitiriz, Cospeito, Meira, Begonte, Rábade, Castro de Rei, Outeiro de Rei, Pol, Lugo, Friol, Castroverde, Guntín, O Corgo, Baralla, O Páramo y Láncara. Así, Terras do Miño es la única Reserva de la Biosfera de la Península Ibérica que cuenta en su territorio con una capital de provincia. Y es que esta reserva destaca por abarcar varios núcleos urbanos y por tener una gran densidad de población. Una población que ha dejado una importante huella en la región en forma de notables valores patrimoniales que atestiguan su larga historia.
Los monumentos milenarios de antiguos pobladores y las construcciones medievales como castillos, torres y fortalezas, además de otras peculiares como los “caneiros”. Aquí existen más de 200 restos de monumentos funerarios de la Edad de los Metales, numerosos grabados rupestres y varios castros catalogados.
En el nacimiento del río Miño la naturaleza muestra características singulares que se conjugan con las pequeñas aldeas y grandes pueblos de la cuenca alta del río. Numerosos ríos y regatos fluyen desde las sierras que circundan la Reserva para, después, cruzar lentamente el territorio sobre las llanuras mesetarias de la conocida como Terra Chá. Esta orografía, tan particular en Galicia, favorece la formación de ecosistemas únicos ligados a la abundancia de recursos hídricos.
Gran parte de la Reserva está incluida dentro de la Red Natura 2000 estando constituida fundamentalmente por los denominados paisajes del agua y formaciones de turberas de cobertor. Son las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y Zonas de Especial Protección de los Valores Naturales (ZEPVN): Parga-Ladra-Támoga, Serra do Xistral, Ría de Foz-Masma y Serra do Careón.
Área de Allariz
El Área de Allariz fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 2005 y abarca los ayuntamientos de Allariz (comarca de Allariz-Maceda), A Bola (Terra de Celanova), Vilar de Santos y Rairiz de Veiga (comarca de A Limia), todos ellos en la provincia de Orense.
Dentro de la reserva, que abarca una superficie de 21.482 hectáreas, habitan casi 10.000 personas, pero su área de influencia abarca a unas 30.000 personas. Además, la Reserva Área de Allariz incluye otras áreas y figuras de protección como la Lagoa de Antela (Humedal de Importancia Internacional por el Convenio de Ramsar) y varias Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).
Esta reserva destaca por poseer tres tipos de ecosistemas que dan cobijo a multitud de especies salvajes y domésticas. Estas son las riberas de los ríos Arnoia, Limia y Orille; las “touzas” (mosaico de prados y cultivos separados por pequeñas masas arbóreas con una gran diversidad específica y que son unidades climáticas de alto valor ecológico) y las “sebes” (zonas arbóreas situadas entre los campos de cultivo donde aparecen ejemplares de gran porte y en muy buen estado de conservación).
La localidad de Allariz conserva uno de los paseos fluviales, a orillas del río Arnoia, más hermosos de Galicia. En él se encuentra el Parque Etnográfico, con museos dedicados al lino y al cuero, así como un molino de agua visitable.
Os Ancares Lucenses y Montes de Cervantes, Navia y Becerreá
Esta Reserva, declarada en el año 2006, ocupa un 6% de la superficie de la provincia de Lugo donde abarca tres ayuntamientos: Navia, Cervantes y Becerreá. En su territorio, esta Reserva de la Biosfera incluye otras figuras de protección como Zona de Especial Protección Valores Naturales (ZEPVN), Zona Especial de Conservación (ZEC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Zona de Especial Protección para el Oso Pardo (en peligro de extinción en España) y Reserva Nacional de Caza.
La peculiar orografía de la zona, con más de 1.600 metros de desnivel, conforma una intrincada red hidrológica que culmina en el río Navia. Los materiales geológicos de diferentes naturalezas conviven con gran variedad de formaciones geomorfológicas de origen glaciar y fluvial. Además, aquí se dan varios y pequeños afloramientos calcáreos que condicionan el desarrollo de una vegetación diferente, con la consecuente estructuración del paisaje, incrementando la heterogeneidad del mosaico ecológico de la comarca. A esta heterogeneidad habría que sumar los ecosistemas de turberas de cobertor, que además de jugar un papel fundamental en la regulación hídrica de grandes áreas, también condicionan el desarrollo de especies concretas de flora y anfibios.
Importantes masas forestales de roble y abedul acompañados de acebos y otros árboles y arbustos, conviven junto a medios agropastorales de gran interés ecológico y con la práctica tradicional de ganadería extensiva.
Como resultado de todo lo mencionado anteriormente, esta Reserva alberga numerosos hábitats muy diferentes, algunos de ellos de especial valor, como los 35 hábitats declarados de interés comunitario y de los cuales 10 son prioritarios.
Aquí se encuentran numerosas especies de flora en peligro de extinción, como el fento Lycopodiella inundata y el briófito Zygodon conoideus. Entre la fauna, la reserva alberga especies de elevado valor para la conservación, destacando el oso pardo, el cangrejo de río y las poblaciones de ungulados silvestres.
Además, este territorio alberga un importante patrimonio cultural que abarca desde la época prehistórica (con castros, conjuntos de túmulos y cámaras megalíticas) a la época romana (con vestigios de la antigua calzada romana – Vía Romana XIX y una explotación minera con 155 yacimientos) y medieval (con castillos, puentes, hórreos, molinos y herrerías).
Las pallozas son el mayor exponente de la arquitectura popular de la zona, con paredes de piedra y cubierta por un tejado cónico formado por tallos de Cytisus purgans. Los cortizos son también elementos etnográficos característicos de la zona: recintos amurallados construidos en las laderas de las montañas para proteger las colmenas del ataque de los osos.
Mariñas Coruñesas-Terras do Mandeo
Declarada en el año 2013, está localizada en el ámbito del litoral cántabro-atlántico de Galicia. Comprende una superficie de cerca de 114.000 hectáreas terrestres y en torno a 2.750 hectáreas marinas, lo que hace una superficie total de más de 116.000 has. Incluye 18 municipios de la provincia de A Coruña: Abegondo, Aranga, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Coirós, Culleredo, Curtis, Irixoa, Miño, Oleiros, Oza – Cesuras, Paderne, Sada y Desván.
La Reserva incluye otras figuras de protección como las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y Zonas de Especial Protección de los Valores Naturales (ZEPVN) Embalse de Abegondo- Cecebre, Costa da Morte, Betanzos-Mandeo y la Costa de Dexo. Esta última declarada también el Monumento Natural “Costa de Dexo”.
El mar, la montaña y su interacción conforman hasta 49 hábitats de interés comunitario, de los cuales 12 están clasificados cómo prioritarios. Asimismo, se contabilizan más de 300 especies incluidas en algún instrumento de protección nacional e internacional.
Los hábitats costeros de esta Reserva, sus sistemas dunares (duna gris, embrionaria y primaria) y costas rocosas y arenosos acogen importantes formaciones herbáceas, sobre todo de juncos y de especies marinas como las praderas de Zostera. En las áreas sumergidas de la Reserva se incluyen especies como las Salicornia, pastizales salinos atlánticos y matorrales halófilos mediterráneos. Otros elementos de interés son las turberas altas y las turberas boscosas o los helechos paleotropicales.
Aquí se encuentran 200 especies de fauna protegida, entre las que destacan especies de anfibios como el sapo razado y la salamandra rabilarga, y reptiles como la víbora de seoane y el lagarto verdinegro. En cuanto a las aves cabe destacar al correlimos tridáctilo, el vuelvepiedras común, el ostrero euroasiático y el águila pescadora.
En cuanto al patrimonio cultural se refiere, esta Reserva abarca yacimientos de culturas megalíticas y castreñas (túmulos, dólmenes, petroglifos, arte rupestre y castros) y una importante vía romana que iba desde Astorga hasta Oporto (Vía Romana XX – Itinerario de Antonino, también llamada Per Loca Marítima).