La Reconquista de Vigo: historia y fiesta

Vigo conmemora la expulsión de las tropas napoleónicas y la reconquista de la ciudad

La fiesta de la Reconquista es la celebración de carácter histórico más destacada de Vigo y su comarca. Cada año, el 28 de marzo, la ciudad conmemora la expulsión de los franceses que tuvo lugar en 1809 y la reconquista de Vigo por parte del pueblo.

Varias representaciones teatrales en las calles del casco histórico de Vigo, en la que los vecinos de la ciudad participan de forma activa, recrean los hechos que tuvieron lugar hace más de dos siglos. En ellas se recrean las escaramuzas entre franceses y vigueses, la valentía y la fortaleza de los marineros y campesinos que derribaron la puerta de Gamboa y la expulsión de las tropas napoleónicas de la ciudad obligándolas a huir por mar.

Además, la zona histórica de Vigo se convierte en un inmenso mercado del siglo XIX al aire libre con productos locales y artesanías varias. Las calles se llenan de visitantes que se entremezclan con gente caracterizada de soldados, pescadores y campesinos. Todos ellos disfrutan de la buena comida, el buen vino y los excelentes licores que se pueden degustar en las docenas de puestos distribuidos por toda la zona antigua. La gran fiesta de Vigo continúa hasta bien avanzada la noche, con un ambiente callejero inmejorable.

 

Breve historia de la Reconquista en Vigo

Reconquista de Vigo (Fuente: Wikimedia Commons, Usuario: Sobreira)
Representación del alcalde Vázquez Varela hablando al pueblo en la Reconquista. (Fuente: Wikimedia Commons, Usuario: Sobreira)

La Reconquista de Vigo fue un alzamiento popular acontecido en el marco de la Guerra de la Independencia Española. Tuvo lugar el 28 de marzo de 1809, cuando los vigueses, encabezados por los militares Pablo Morillo y Bernardo González (más conocido como “Cachamuíña”) consiguieron expulsar al ejército del Primer Imperio francés de Napoleón Bonaparte de la villa, convirtiéndose en la primera de Europa en lograrlo.

Las tropas napoleónicas entraron en la ciudad de Vigo, que por aquel entonces estaba amurallada, el 31 de enero de 1809. En los días previos ya habían alcanzado A Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra y Ferrol. Desde el primer momento se estableció una red de enlaces que mantenían el contacto entre las autoridades encerradas tras las murallas con las del exterior. Mientras que los civiles y las fuerzas militares y religiosas del exterior comenzaban a gestar las milicias populares que terminarían reconquistando Vigo.

El 15 de febrero una buena parte de las tropas francesas parte hacia Portugal al mando del mariscal Soult, dejando la villa con unos 2.000 hombres al mando del coronel Chalot. Un mes más tarde, unos 4.000 vigueses en el exterior realizan un cerco a la villa, limitando la entrada de víveres y minando la moral de las tropas francesas en el interior.

Con la llegada de fragatas inglesas que fondearon en la ría de Vigo realizando un bloqueo marítimo, el coronel Morillo le exige al coronel Chalot que se rinda, y así se pactó la capitulación el 27 de marzo. Sin embargo, Chalot pide un plazo de tregua que no respeta y continúa sin rendirse.

Ante la sospecha de que los franceses solo tratan de ganar tiempo mientras esperan refuerzos, se decide el asalto al mando del coronel Morillo y en el que participan 300 voluntarios que el alcalde Vázquez Varela tenía ya preparados en el interior de las murallas.

El día 28 de marzo el ataque tiene lugar desde las puertas de A Falperra y A Gamboa. Siendo ésta última abierta a machetazos por el soldado Bernardo González del Valle, “Cachamuíña”. La contienda duró apenas dos horas y rápidamente se consiguió la rendición de Chalot y la reconquista de Vigo.

Tras la capitulación, el coronel Chalot junto con sus oficiales y más de 1200 soldados quedaron prisioneros y fueron expulsados a bordo de las fragatas inglesas, dejando al coronel Morillo sus municiones y un cuantioso botín de guerra para los vencedores.

Este hecho sería el comienzo de la liberación que aconteció en toda Galicia, desde Tui a Santiago de Compostela, y la batalla de Pontesampaio que supuso la retirada definitiva de las tropas napoleónicas de las tierras gallegas.

Por todos estos hechos, el rey Fernando VII otorgó a Vigo en 1810 el título de ciudad fiel, leal y valerosa.

Ilustración La conquista de Vigo por los paisanos
Ilustración "La conquista de Vigo por los paisanos" y el derribo de la puerta de Gamboa a machetazos

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