Leyendas y costumbres de San Andrés de Teixido
San Andrés de Teixido es una pequeña aldea del municipio de Cedeira (A Coruña) encajonada entre acantilados al borde del mar y rodeada de las montañas de la sierra de A Capelada. Una aldea con una ubicación remota, con poco más que un puñado de casas y una capilla, y a la que antaño era difícil llegar. Pero ni su aislamiento ni su escasa población han representado un motivo para que aquí no haya riqueza de tradición y cultura, más bien todo lo contrario. Y es que en este lugar recóndito las leyendas y el misticismo han sobrevivido al paso de los años y se mantienen entre las más vivas de toda Galicia, que ya de por sí es una región donde la cultura popular, las leyendas, la religión y el misterio parecen ir siempre de la mano. Tanto es así, que las leyendas de San Andrés de Teixido se han convertido en el principal atractivo turístico de la zona y la importancia religiosa de su pequeña iglesia local lo han llevado a ser el segundo centro de peregrinaje más concurrido de Galicia solo después, claro está, de la Catedral de Santiago de Compostela.
Cada año, el 8 de septiembre, se celebra una gran romería en honor a San Andrés de carácter religioso y festivo (como tantas otras romerías de Galicia). En ella, además de los comunes exvotos, los fieles llevan varas de tejo y avellano engalanadas con “herba de namorar” y sanandresiños, visitan la fuente de los tres caños y depositan piedras sobre los amilladoiros. Todas estas costumbres se creen muy remotas y de origen pagano.
Dedicamos estas líneas a descubrir San Andrés de Teixido a través de sus leyendas y costumbres, empezando por las más populares y desvelando también algunos de los secretos de esta pequeña e importante aldea de Galicia.
“O que non vai de morto vai de vivo”
No hay un gallego que no sepa que “A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo”, es decir, a San Andrés de Teixido va finalmente de muerto el que no fue de vivo. Dice la tradición que si no has ido en vida a este lugar lo harás tras la muerte como alma en pena o, quizá, convertido en un reptil, un sapo o un insecto. Esta es la razón por la que, según la leyenda, nunca se debe matar ningún tipo de ser vivo en el entorno de San Andrés de Teixido, ni en ninguna ruta que lleve a este maravilloso lugar.
Según la leyenda, el apóstol San Andrés estaba triste porque su templo estaba en un lugar remoto y no atraía a los peregrinos, que preferían visitar el templo del apóstol Santiago en Compostela en lugar del suyo. Por eso Dios se comprometió a prohibir la entrada en el cielo a todo aquel que no hubiese visitado el templo a San Andrés, y si no lo hiciese en vida tendría que acudir muerto.
Esta es una de las principales causas por las que la capilla erigida como santuario a San Andrés de Teixido es una de las más visitadas de Galicia. Hay numerosos caminos para llegar a Teixido, de los más frecuentados son los que transcurren desde Cedeira y Cariño, de gran belleza paisajística y que se pueden realizar a pie en un día. Pero también hay rutas de peregrinación más largas, como las que llegan desde el norte de Asturias o desde Ourense.
El templo a San Andrés
No se puede entender San Andrés de Teixido sin hablar de su capilla. El templo a San Andrés, también conocido como “San Andrés do Cabo de Mondo”, data de 1785 y en su interior alberga un retablo barroco y un relicario que guarda, supuestamente, un dedo del apóstol en su interior.
Los exvotos y ofrendas al santo se pueden ver en cada rincón del interior de la capilla. Como figuras de cera que reproducen partes del cuerpo y que los fieles ofrecen al santo para que calme sus dolencias. Pequeños ataúdes representan el agradecimiento de algunos fieles que han escapado de una situación cercana a la muerte, y maquetas de embarcaciones son depositadas aquí por pescadores que piden protección al Santo durante sus estancias en el mar.
Costumbres de San Andrés
Tradicionalmente los peregrinos a San Andrés llegaban caminando, una costumbre que se mantiene hoy en día, si bien muchos prefieren acercarse en coche u otros vehículos. Los amilladorios, o milladoiros, son acumulaciones de piedras que los caminantes depositan formando un montículo, y que se pueden ver en varios lugares de Galicia, si bien en Teixido su relevancia es, si cabe, aún mayor. Y es que no hay apenas visitante que acuda a pie, en bicicleta o en coche que no deje una piedra para ensalzar a alguno de los milladoiros que se levantan en torno al pueblo, los hay por decenas.
También son típicos de Teixido los sanandresiños, una figuritas de harina y agua (que no pan, ya que no están fermentados) horneadas y decoradas con llamativas pinturas de colores. Se venden en todas las tiendas de souvenirs religiosos del pueblo y algunos las usan como ofrenda al santo mientras que otros se las quedan como recuerdo o amuleto. Los sanandresiños surgen de la antigua costumbre de decorar los bordones de los peregrinos que llegaban a Teixido, una actividad que realizaban las mujeres locales, las “santeiras”.
Después de visitar la capilla y santuario a San Andrés, la tradición manda ir a la “Fonte do Santo” o “Fonte dos Tres Canos” y beber agua de sus tres caños sin apoyar las manos en la pared de la fuente. Entonces, se puede hacer una petición al santo y arrojar un pedazo de pan al agua. Si flota, significa que el deseo se hará realidad y que el año que viene estaréis vivos para volver junto al santo. Si no queréis que el pedazo de pan se hunda, será mejor que no bebáis el agua de la fuente, ya que no es potable, bastará con mojar los labios para practicar esta costumbre.
La herba de namorar o hierba de enamorar (Armeria maritima) es muy común en los acantilados de San Andrés de Teixido. Su preciosa y delicada flor crece al borde de acantilados y soporta fuertes vientos y tempestades. Quizá esta sea la idea que evoca el romanticismo y por ello se considera la planta de los enamorados en Galicia. Según la tradición bastará con colocar unos pétalos u hojitas de esta planta en el bolsillo de la persona amada sin que se entere para conseguir su atención y afecto.
En San Andrés de Teixido la herba de namorar se emplea también como ofrenda al santo, junto con los “xuncos de ben parir” (los juncos del buen parir), a los que se le atribuyen propiedades beneficiosas para quedarse embarazada y tener un buen parto. Aquellas personas que anhelen amores y fertilidad recogen ambas plantas en los acantilados para formar un ramo que ofrecen en el santuario a San Andrés.
Si vas a visitar San Andrés de Teixido, éstas son las costumbres que debes conocer, y poner en práctica, para sumergirte en la Galicia más profunda. Desde luego, si te acercas al lugar descubrirás que las leyendas y el misticismo se encuentran en cualquier rincón, y seguro descubrirás alguna nueva historia, una de esas que no están escritas.
Tampoco te puedes perder una visita a alguno de los fantásticos miradores que rodean al pueblo como los Cantís de Vixía de Herbeira, el mirador de Teixidelo-Cruceiro o el de Chao do Monte, además de acercarte a ver “Os Aguillós” (Los Aguijones) desde el faro de cabo Ortegal, entre muchos otros lugares que disfrutar.