Cepas viejas ¿por qué son tan apreciadas en el mundo del vino?

Las vides más longevas

Existe la creencia generalizada de que las vides más viejas producen vinos de mejor calidad. Como sucede con tantas otras cosas, esto es así solo en parte, ya que la calidad de las uvas depende de otros muchos factores y no solo la longevidad de la planta, y la calidad del vino resultante dependerá también de cómo se elabore y no solo de las cualidades de la materia prima.

 

¿De qué depende la calidad de un vino?

Entendiendo la calidad desde el punto de vista organoléptico y de las cualidades de un vino, ésta será tanto mayor cuanto más cuidada y adecuada al potencial de la añada sea su elaboración en bodega y también, claro está, cuanto mejor sean las cualidades de la vendimia.

Los factores que determinan la calidad de las uvas son muy numerosos, algunos incontrolables (como el clima, las condiciones meteorológicas o el tipo de suelo) y otros controlables (como la aplicación de tratamientos o las podas). Así, la calidad de las uvas depende en gran medida de los cuidados en el viñedo, y especialmente de las prácticas específicas de la viticultura como la poda en verde y el deshojado, las podas de invierno, el sistema de conducción de la planta, el tipo de tratamientos y fitosanitarios y su momento de aplicación o la edad del viñedo, entre otros.

Cepas viejas
Poda

Todos estos factores controlables tienen como objetivo mejorar la calidad de las uvas evitando las enfermedades y plagas en el viñedo y favoreciendo una maduración homogénea y equilibrada de los racimos. La viticultura debe ser acorde a las características del viñedo: al tipo de suelo, a la orientación del viñedo, a las variedades cultivadas, a los sistemas de conducción, al clima… solo así se pueden obtener las mejores cosechas. Pero de nada sirve tener una vendimia de primera calidad si en la bodega no se realiza una elaboración cuidada y adecuada a las cualidades de la añada. Los conocimientos de enólogos y elaboradores son muy necesarios cuando se trata de hacer un buen vino y extraer todo el potencial de las uvas de calidad.

Así, la calidad de un vino depende de las prácticas vitícolas que se han realizado durante toda la vida de las vides y de los métodos empleados en las bodegas para su elaboración. La edad del viñedo es uno más de los múltiples factores que intervienen en la ecuación y no es determinante, aunque sí influyente, en la calidad del vino final.

 

Relación entre la edad de la vid y la calidad de las uvas

Los viñedos más viejos tienden a producir uvas de mejor calidad por muchos factores. Por un lado, sus troncos son más gruesos y están llenos de pliegues y madera vieja, lo que permite que la planta tenga mayores reservas (principalmente de almidón) y, por otro lado, sus raíces profundizan más en el terreno que las de vides más jóvenes. Todo ello permite que las plantas más longevas dispongan de los nutrientes necesarios de una forma más constante y prolongada, y también soportar con mayor resistencia las inclemencias y periodos de dificultad.

Las cepas viejas están además más aclimatadas que las jóvenes a las características edafoclimáticas del lugar, y también a las labores vitícolas que cada año se le practican. Por ello gozan de un mayor equilibrio entre la parte aérea y parte subterránea, de su capacidad para absorber agua y nutrientes por las raíces para emplearlos en el crecimiento vegetativo.

Los movimientos de savia y el metabolismo de las vides viejas se ralentiza, y es por ello que producen menos racimos. Así, todos los azúcares y demás compuestos que la planta sintetiza estarán disponibles para una menor cantidad de frutos y, en consecuencia, la calidad de su maduración es mucho mayor.

Por supuesto, sobra mencionar que estas cualidades de las cepas viejas no servirán de nada si no se realiza una viticultura adecuada. También es necesario mencionar que los viñedos jóvenes también pueden proporcionar uvas de excepcional calidad, ello dependerá del esmero en el trabajo vitícola y del suelo, la orientación y el clima donde se asienta el viñedo.

 

Cepas centenarias en Galicia

De forma general se considera que una cepa es vieja a partir de los 30 años, aunque estas plantas pueden vivir muchas décadas más e incluso superar los 100 años. Las cepas centenarias son muy valoradas y en Galicia tenemos muchos ejemplos.

En la puesta en valor de las cepas centenarias de Galicia y en el estudio de las variedades autóctonas destaca la labor de María del Carmen Rodríguez, investigadora de la Misión Biológica de Galicia (CSIC), y de los investigadores de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (EVEGA).

Se han hallado cepas centenarias en todas las comarcas vitícolas de Galicia pertenecientes a variedades blancas y tintas autorizadas o no por los consejos reguladores de las Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas. Os mencionamos algunos de los más destacados:

En las Rías Baixas destaca un ejemplar de Albariño de 250 años situado en la parroquia de András, en Vilanova de Arousa.

En Monterrei se hallan ejemplares centenarios de Tinta amarela, una variedad no autorizada por la DO y que se encuentra muy cerca de numerosos lagares rupestres.

En el Ribeiro se encuentran ejemplares de 200 años de la variedad Espadeiro en la parroquia de Cabanelas (Carballiño). El espadeiro es una variedad que abundaba mucho en las Rías Baixas pero que fue sustituida por la Albariño en la mayoría de viñedos, especialmente en la década de los 90. Ahora algunos elaboradores comienzan a recuperarla, obteniendo vinos de gran calidad. Uno de ellos ha sido calificado por The Wine Advocate como uno de los Mejores Descubrimientos de Vinos en 2020.

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