Nuevas variedades de uva descubiertas en Galicia

Más variedades autóctonas en vías de recuperación

La diversidad de variedades de vid en Galicia es enorme. La investigación demuestra, una vez más, que en Galicia quedan muchas variedades autóctonas por poner en conocimiento de todos y pendientes de registrar como variedades comerciales. Pasos necesarios para que quizás, algún día, los consejos reguladores de las diferentes Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas de Galicia las autoricen para la elaboración de los vinos amparados.

Muchas de estas variedades “casi olvidadas” son cepas centenarias de las que quedan pocos ejemplares. Muchos de los propietarios de estas vides autóctonas ni siquiera saben que lo son y en muchas ocasiones las confunden con otros cultivares más habituales en la actualidad, por lo que la tarea de reconocer e identificar una potencial variedad autóctona se vuelve muy compleja.

En este sentido destaca la labor de dos investigadoras gallegas y sus equipos, concretamente la de María del Carmen Rodríguez, investigadora de la Misión Biológica de Galicia (CSIC), y de Emilia Díaz Losada en la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega). En este post hablaremos de los últimos resultados obtenidos por estos equipos, algunos de los cuales se han hecho públicos con motivo de la celebración de la Jornada técnica de recursos fitogenéticos conservados en el CIAM el pasado 6 de noviembre de 2020. El CIAM (Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo) es un centro dependiente AGACAL (Axencia Galega de Calidade Alimentaria) que tiene, entre otras, la función de coordinar el Banco de Recursos Fitogenéticos de la Comunidad Autónoma de Galicia.

 

Registro de variedades autóctonas minoritarias de Galicia

Actualmente, y desde hace más de 5 años, se está llevando a cabo el proceso de recuperación y registro para su comercialización de cuatro variedades minoritarias, tradicionales y autóctonas, muchas de ellas cultivadas en viñedos centenarios de Galicia. Acciones todas ellas enmarcadas en un Proyecto de Desarrollo Rural.

Este es un proceso complejo que, entre otras cosas, incluye un estudio del ciclo anual de cada una de las variedades, una descripción detallada de todos sus aspectos morfológicos e identificativos y una evaluación de su potencial vitivinícola para su inclusión en la industria vinícola gallega. La Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV) es el organismo encargado de evaluar y procesar la inclusión de las nuevas variedades de cultivos en el Registro de Variedades Comerciales de España.

Para hacerse una idea de lo complejo y laborioso que es este trabajo, basta mencionar que el tiempo medio estimado para evaluar el potencial vitivinícola de una variedad es de 5 años, mientras que el de registrar una nueva variedad comercial es de 4 años. Os hablamos a continuación de cada una de estas cuatro variedades de Galicia.

 

“Albilla do Avia” o “Albilla”

La Albilla es una variedad de uva blanca que se cultiva en la comarca del Ribeiro, donde los ríos Miño y Avia condicionan sobremanera el cultivo de la vid y el carácter de sus vinos. De ahí el nombre de esta variedad “Albilla del Avia”.

En cuanto a su cultivo, destaca por una producción de racimos bastante elevada, similar a la de la Treixadura. Tanto la brotación como el envero son tardíos, y se producen después que en el Albariño.

Produce vinos de graduación alcohólica media y acidez moderada, y se considera de gran interés para la elaboración de vinos monovarietales y plurivarietales.

Esta variedad se encuentra en la última fase del Registro de Variedades Comerciales por la OEVV, solo pendiente de resolución.

 

“Zamarrica”, “Caíño da Terra” o “Tinta Femia”

La Tinta Femia, también llamada Caíño da Terra en el Ribeiro, es conocida como Zamarrica en Monterrei, lugares ambos donde todavía hay algunos ejemplares centenarios.

Se trata de una variedad tinta con un gran interés porque produce vinos de graduaciones alcohólicas medias-altas y una acidez media. Se considera idónea para elaborar vinos monovarietales y plurivarietales, especialmente con otras variedades que aporten un mayor contenido en polifenoles.

Es una variedad de brotación y envero más tempranos que la Mencía y con una producción media-baja.

Actualmente está en fase de registro en la OEVV y en proceso de evaluación de su potencial vitivinícola.

 

“Xafardán”, “Albariño Tinto” o “Tinto Oubiña”

Esta variedad tinta se localiza en antiguos viñedos de la comarca del Salnés. Antiguamente se utilizaba para elaborar vinos claretes en combinación con el Albariño blanco en el Pazo de Fefiñáns. Todos los nombres tradicionales de esta variedad tienen que ver con el Salnés: el Xafardán es un monte de la zona y Oubiña es un contrabandista de Cambados que se ha hecho popular gracias a una reciente serie de televisión.

Esta variedad todavía está en fase de evaluación del potencial vitivinícola por la Evega, y los ensayos para su registro por la OEVV comenzarán en 2021.

 

“Ratiño”, “Blanca de Cabanelas” o “Cajarrento”

Esta variedad blanca tiene unas producciones ligeramente bajas y tanto el envero como la floración son más tardías que en el Albariño. Produce vinos muy afrutados y ligeramente ácidos, por lo que se considera de gran interés para elaborar vinos.

Actualmente, esta variedad se encuentra en la última fase del Registro de Variedades Comerciales por la OEVV, solo pendiente de resolución.

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