Los preparados biodinámicos más empleados en viticultura

Los principios activos empleados en la viticultura biodinámica

La viticultura biodinámica es una de las prácticas más controvertidas en la actualidad, siendo cuestionada por muchos y defendida por otros. Los principios de la agricultura biodinámica, basados en las teorías del filósofo austríaco Rudolf Steiner, se aplican a muchos otros cultivos además del de la vid y se apoyan en dos pilares fundamentalmente: la posición relativa de los astros en un momento dado (reloj cósmico biodinámico) y el uso de preparados biodinámicos (preparados 500) a base de plantas, abonos verdes y minerales.

Al igual que otras prácticas respetuosas con el medio ambiente, la viticultura biodinámica es compleja y requiere de mucho trabajo manual, así como de un entendimiento del viñedo y de los ecosistemas para que sea exitosa. La biodinámica hace especial hincapié en el mantenimiento del suelo y en la gestión autosuficiente del viñedo, entendiendo que logrando un agroecosistema sano se obtienen producciones sanas. Además, las labores de cultivo y mantenimiento del suelo se realizan de forma manual y empleando métodos ancestrales (como el uso de arados pujados animales).

Viticultura ancestral
La viticultura biodinámica se basa en un intenso trabajo manual y el empleo de técnicas ancestrales

De un modo general, esta forma de cultivar la tierra se diferencia de otras agriculturas responsables con el medio ambiente (como la ecológica) en el uso de preparados biodinámicos específicos para fertilizar el suelo y tratar algunas plagas, en emplear técnicas ancestrales para los laboreos, así como en planificar las tareas de acuerdo a la posición de los astros según su propio calendario biodinámico vinculado a los ciclos lunares, planetarios y cósmicos.

Aunque la mayoría de los principios de la biodinámica no están demostrados científicamente (motivo por el cual es una práctica cuestionada), las técnicas empleadas han mostrado una efectividad práctica en la lucha contra plagas y enfermedades del viñedo. A pesar de emplear métodos poco ortodoxos y cuanto menos llamativos, como veremos a continuación, los preparados biodinámicos son muy útiles y aplicables a cualquier tipo de viticultura respetuosa con el medio ambiente, no solo a la biodinámica.

Puesto que existen muchos preparados biodinámicos, dedicamos estas líneas a explicar, de forma breve y concisa, los preparados más empleados en biodinámica: los de plantas para el compost, los preparados en cuerno de vaca, el preparado de cola de caballo y el de Maria Thun.

 

Preparados en cuerno de vaca

 

Preparado 500 de boñiga en cuerno

Este preparado es un abono verde que consiste en llenar cuernos de vaca con estiércol sin paja de manera que no queden espacios de aire en su interior. Los cuernos con el estiércol se entierran en suelo de forraje o de pradera desde otoño hasta primavera. Después se desentierran y se saca el contenido de los cuernos, el cual se puede almacenar en un lugar seco para emplearlo como abono cuando sea necesario. Los cuernos se pueden volver a usar para preparar más abono en años posteriores.

Cuernos de vaca para preparado biodinámico
Cuernos de vaca para el preparado biodinámico 500

Se considera que este preparado aporta flora bacteriana que actúa favoreciendo la actividad microbiana en el suelo, la retención de agua y equilibrando su pH. En los viñedos se aplica pulverizado en el suelo en el momento de la plantación, cuando las vides están en brotación y en otoño después de la vendimia.

 

Preparado 501 de sílice en cuerno

Este preparado mineral se realiza rellenando cuernos de vaca con polvo de sílice obtenido mediante el molido de cuarzo o cuarcita. El polvo se mezcla con agua para obtener una lechada densa con la que se rellenan los cuernos y se dejan escurrir varios días (así se evitan las burbujas de aire en el interior). Los cuernos se entierran en primavera y se sacan a finales de septiembre o principios de octubre. El contenido se almacena en recipientes de cristal en un lugar seco y soleado. Al contrario que en el preparado 500, no conviene reutilizar los cuernos resultantes.

En viticultura, el uso de este preparado favorece y adelanta la maduración de los racimos, por lo que se suele aplicar pulverizado sobre el suelo de 15 a 20 días antes de la vendimia.

 

Preparado 508 de cola de caballo

Cola de caballo (Equisetum arvense)
Cola de caballo (Equisetum arvense)

La cola de caballo (Equisetum arvense) es un pequeño arbusto con multitud de propiedades medicinales y que también se emplea en la agricultura ecológica como remedio natural contra hongos y plagas (araña roja y pulgones).

El preparado se realiza con los tallos estériles de la planta, recogidos a finales de la primavera, y hervidos en agua. Para su uso en biodinámica se diluyen dosis de este preparado antes de su aplicación y se aplica sobre el suelo y las plantas en otoño, en primavera y en pleno verano.

La cola de caballo es quizás uno de los remedios naturales más eficaces contra los hongos en el viñedo y se utiliza como tratamiento preventivo en el control del Mildiu, el Oídio y la Botrytis.

 

Preparado de María Thun o de compost concentrado

Este preparado es una combinación de estiércol de vaca con los preparados biodinámicos a base de plantas para el compost.

Para realizarlo se practica un agujero en la tierra de unos 60 centímetros de ancho y 40 cm de profundidad y se cubren las paredes con madera o ramas de árbol, preferentemente de abedul. Después se rellena el agujero con el estiércol fresco sin paja inoculado con los preparados biodinámicos de compost, pudiendo utilizarse uno o varios de ellos. Así, en pocos meses de compostaje, se obtiene un abono con humus para fertilizar el suelo.

Este abono se emplea para preparar el suelo antes de plantar un nuevo viñedo y también para mejorar la estructura del suelo y mejorar la retención de agua en viñedos ya implantados.

Existe una variante de este preparado que consiste en mezclar cáscaras de huevo y polvo de basalto con el estiércol fresco y removerlo con una pala durante una hora. Después se entierra durante ocho semanas hasta que torna a un color marrón oscuro. Así se obtiene un abono similar al preparado 500.

Preparados de plantas para el compost

 

Preparado 502 de milenrama

Milenrama (Achillea millefolium)
Milenrama (Achillea millefolium)

Las flores de milenrama (Achillea millefolium) se emplean como preparado para facilitar el compostaje y activar los procesos del azufre y del potasio. Las flores se introducen en una vejiga de ciervo macho y se cuelga al sol durante todo el verano. A principios del otoño se entierra y se recuperan en primavera.

La milenrama contiene flavonoides, terpenoides y ácido cafeico, que presenta cierta actividad fungicida. Se considera que el uso de este preparado refuerza las defensas de la planta frente a parásitos como los hongos.

 

Preparado 503 de manzanilla

Manzanilla (Matricaria recutita o Matricaria chamomilla)
Manzanilla (Matricaria recutita o Matricaria chamomilla)

Para este preparado se emplean flores de la manzanilla de Castilla (Matricaria recutita o Matricaria chamomilla), también llamada manzanilla alemana, dulce o cimarrona. Las flores se dejan secar a la sombra y se guardan hasta el invierno, momento en el que las flores se humedecen con una infusión y se introducen en un intestino delgado de vaca. Se entierra en un lugar soleado y que quede cubierto por la nieve durante largo tiempo en el invierno. El preparado se desentierra a finales de abril.

La manzanilla cimarrona contiene sesquiterpenos con actividad antibacteriana y antifúngica, por lo que este preparado se emplea para limitar la dispersión de patógenos microbianos en plantas infectadas.

 

Preparado 504 de ortiga

Ortiga (Urtica dioica)
Ortiga (Urtica spp.)

Los haces de ortiga mayor (Urtica dioica) se recogen cuando la planta empieza a florecer, se atan y se empaquetan en un saco de tela de arpillera o en una caja de madera. Se entierran al principio del verano rodeados de una capa de turba y se recuperan un año después.

De este modo la ortiga aporta nitrógeno, elimina el exceso de hierro y mejora la estructura y actividad microbiana del suelo. También se puede aplicar macerada en infusión con agua directamente sobre las plantas, de este modo actúa como un potente insecticida contra ácaros y pulgones. También estimula el crecimiento de las plantas al aportar una fuente de nitrógeno y de hormonas reguladoras del crecimiento vegetal (auxinas, citoquininas y giberelinas).

 

Preparado 505 de roble

Corteza de roble (Quercus robur)
Corteza de roble (Quercus robur)

En este preparado se emplea la corteza de un roble (Quercus robur) (carballo en gallego) viejo y se tritura hasta que las partículas más grandes tengan el tamaño de un grano de trigo. El triturado se introduce bien apretado en el cráneo de un animal y se cierra con un poco de arcilla. Se entierra en otoño en el barro y a orillas de una corriente de agua y se recoge en primavera.

Se considera que este preparado, además de mejorar la estructura del suelo, contribuye a ahuyentar insectos y frenar el crecimiento de hongos.

 

Preparado 506 de diente de león

Diente de león (Taraxacum officinale)
Diente de león (Taraxacum officinale)

Las flores de diente de león (Taraxacum officinale) se recogen en primavera cuando están en fase temprana de floración (cuando los pétalos interiores están todavía cerrados), se secan y se guardan en un lugar seco. En otoño se humedecen las flores mediante infusión, se envuelven en trozos de mesenterio de vaca (parte del peritoneo que recubre el intestino delgado del animal) y se entierran hasta primavera.

El diente de león se considera un estimulante del crecimiento vegetal y de la actividad microbiana del suelo.

 

Preparado 507 de valeriana

Valeriana (Valeriana officinalis)
Valeriana (Valeriana officinalis)

Las flores de la valeriana común (Valeriana officinalis), también llamada valeriana de las boticas o valeriana medicinal, se recolectan frescas y se prensan para obtener un jugo que se almacena en botellas de vidrio. El jugo se deja fermentar de forma espontánea durante unas 6 semanas. Después las botellas se tapan y se almacenan en un lugar fresco y oscuro.

El jugo de valeriana así obtenido se puede utilizar durante varios años en el compost y también sobre la planta para paliar los daños producidos por granizadas y heladas. Se considera que ayuda a la cicatrización de heridas y a la producción de hormonas que contribuyen al crecimiento vegetal. En el suelo favorece a las beneficiosas lombrices de tierra.

 

Todos los preparados biodinámicos para el compost, con excepción del jugo de valeriana, se pueden guardar y almacenar en recipientes de vidrio o cerámica de barro, rodeados de turba y/o fibra de coco, y se almacenan en un lugar oscuro y fresco, como una bodega o un sótano. Así, se pueden ir tomando pequeñas dosis y emplearlas según sea necesario.

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