Maridajes con ensaladas
El vino y las ensaladas son grandes compañeros y forman uno de los maridajes más frecuentes en la época estival, aunque no se debe menospreciar la posibilidad de degustar una buena ensalada templada con nuestro vino favorito también en los días invernales. Así es que cualquier época del año es buena para disfrutar de un maridaje con ensaladas, ya sea como primer plato o como comida más o menos ligera según la contundencia de los ingredientes que empleemos.
Las posibilidades de las ensaladas son muy amplias, desde las más frescas y sencillas con lechuga, tomate, zanahoria, aguacate y otras verduras, a las ensaladas del mar con ingredientes como el pulpo, de pavo o jamón cocido, las de frutos secos, de arroz, de pasta, de legumbres, ensaladas con queso… y también las más copiosas, especialmente las templadas como las de carne de pato o pollo, de langostinos, de setas, etc.
Consejos y sugerencias para maridar ensaladas
![Ensalada con vino tinto Ensalada con vino tinto](https://www.xn--albario-9za.com/wp-content/uploads/2021/01/2021-01-12-ensalada-y-vino-grandes-companeros-para-el-maridaje-scaled-500x350.jpg)
![Ensalada con vino rosado Ensalada con vino rosado](https://www.xn--albario-9za.com/wp-content/uploads/2021/01/2021-01-12-ensalada-y-vino-grandes-companeros-para-el-maridaje-1-scaled-500x350.jpg)
Según los ingredientes de la ensalada, podremos elegir un vino blanco, rosado o tinto. Por lo general los vinos blancos van bien con la mayoría de ensaladas y, cuanto mayor sea la contundencia de sus ingredientes, mayor debe ser el cuerpo del vino elegido. Un vino fresco y ácido, como por ejemplo el albariño, irá bien con ensaladas ligeras de verduras, quesos frescos, de langostinos o de pulpo. Una ensalada de carne, legumbres, quesos grasos o frutos secos irá mejor con un vino blanco de más cuerpo, como un verdejo o un godello, o un banco con crianza en barrica.
Los vinos rosados van muy bien con ensaladas de pasta o de arroz, y con el pato y los quesos suaves. Los vinos tintos jóvenes también maridan con ensaladas contundentes como las templadas de setas o de pollo, y ensaladas de frutos secos y quesos curados o semicurados.
Presta atención al aliño
![Aliño ensalada Aliño ensalada](https://www.xn--albario-9za.com/wp-content/uploads/2021/01/2021-01-12-ensalada-y-vino-grandes-companeros-para-el-maridaje-5-800x350.jpg)
Es importante tener cuidado con las vinagretas ya que el vinagre puede afectar negativamente a la percepción del vino. Lo más recomendable es limitar el uso de vinagre y, en caso de que esté presente en el aliño, debemos elegir un vino fresco y con una buena acidez que no se vea enmascarada por el escaso vinagre que empleemos.
Una alternativa algo eficaz es utilizar un chorro de zumo de limón como sustituto del vinagre, ya que su acidez es más “suave”, pero esto solo es eficaz si se emplea con mucha moderación, ya que el limón también afecta a nuestra percepción del vino en boca.
Lo ideal es optar por aliños o salsas que no contengan vinagre ni limón o, en su caso, modificarlas sin estos ingredientes, tales como la salsa pesto, salsa de yogur, salsa de queso, salsa César… o, simplemente, optar por un buen aceite de oliva virgen extra y unas arenas de sal.
Ingredientes incompatibles
![Huevos y espárragos Huevos y espárragos](https://www.xn--albario-9za.com/wp-content/uploads/2021/01/2021-01-12-ensalada-y-vino-grandes-companeros-para-el-maridaje-3-800x350.jpg)
Algunos alimentos presentan características que no maridan bien con el vino, ya sea porque contienen sustancias químicas que modifican nuestra percepción de los mismos o porque presentan aromas o sabores que enmascaran a los de los vinos.
Las alcachofas contienen cinarina, un compuesto químico que afecta al paladar modificando nuestra percepción del vino y dándole un gusto metálico o dulce. No todo el mundo es sensible a la cinarina, por lo que es posible que algún comensal no perciba este efecto.
Los espárragos, al igual que las alcachofas, contienen un compuesto químico que modifica la percepción de los sabores. Ocurre lo mismo con las espinacas y la acedera. Aunque, en estos casos, solo un pequeño porcentaje de la población es sensible al químico, no es recomendable acompañar ensaladas que contengan alguno de estos ingredientes con vino.
Los huevos que usan cocidos en algunas ensaladas o como parte del aliño en la mahonesas son por lo general malos compañeros de los vinos ya que “adormecen” las papilas gustativas impidiéndonos percibir sus sabores.
Los alimentos ahumados, picantes o excesivamente condimentados debido a sus intensos aromas y sabores tampoco son buenos compañeros del vino, por lo que debemos evitarlos en nuestras ensaladas para maridar.