Mirabeles: la fruta exótica de Galicia
El mirabel (Prunus domestica var. syriaca) es una variedad de ciruelo que produce frutos pequeños, de color amarillo con pintas rojas cuando están maduros, dulces, ácidos, de sabor suave y delicado y de textura dúctil: los mirabeles. Su cultivo es mayoritario en la región francesa de Lorena y otras regiones del centro de Europa y, desde hace varios años, se cultiva con gran éxito también en el sur de Galicia.
Los mirabeles llegaron a estas tierras en 1935 de la mano de José Sánchez García, que por aquel entonces era alcalde del municipio del Rosal. Dos años después, en 1937, el propio José fundó la primera fábrica de conservas vegetales de Galicia. Varias décadas después, el cultivo de mirabeles ocupa grandes extensiones en las comarcas del Rosal y Baixo Miño de Galicia.
Los mirabeles han encontrado en el fértil valle del Miño el microclima y las condiciones perfectas para producir frutos de inmejorable calidad. Tierras de grandes vinos en las que también hay una importante producción de otros cultivos como el kiwi, y donde se capturan manjares como la lamprea y las angulas.
En Galicia, también se cultivan mirabeles en la comarca de O Ribeiro (provincia de Ourense), lugar también de grandes vinos en el valle del río Miño, pero esta vez más en el interior y no tan cerca del Atlántico como el Rosal y el Baixo Miño.
La fruta dorada de Galicia es considerada una auténtica exquisitez gastronómica y es muy difícil hallar este producto fresco más allá de esta Comunidad Autónoma. Los mirabeles se recolectan en verano, y aunque su temporada va generalmente del 15 de julio al 10 de agosto, su venta en los mercados dura apenas dos semanas hasta que se acaban, y es que esta deliciosa fruta tiene una gran demanda.
Una buena parte de los mirabeles que se producen en Galicia se emplean para la elaboración de conservas en almíbar, mermeladas y dulces. En los últimos años, las cooperativas y empresas que cultivan y comercializan los mirabeles gallegos, han comenzado a innovar en sus productos, ofreciendo una variedad creciente de dulces y conservas de gran calidad, e incluso hay una cerveza de mirabel.
Este producto es considerado una verdadera exquisitez gastronómica que apenas se puede encontrar fuera del territorio gallego. Así que, cuando visites Galicia, no olvides degustar los inigualables mirabeles y llevarte unas cuantas muestras para compartir con amigos y familiares, sin duda lo agradecerán.