El encanto y el buen comer de los restaurantes del rural gallego
Si algo hay en Galicia es buena comida y enclaves rurales llenos de encanto. Por ello es también el destino perfecto para deleitarse con excelentes productos del mar y de la tierra en espacios rústicos donde la piedra de granito y la madera son siempre los protagonistas.
Existen en todo el territorio gallego multitud de restaurantes rurales que siempre son una excelente opción para comer bien y disfrutar de la paz de su entorno. Desde aquí os recomendamos cinco de ellos que destacan por sus espacios encantadores y por ofrecer, como no, excelentes platos de la gastronomía gallega.
Casa da Pintora
En pleno corazón de O Rosal, municipio de tierras fértiles al pie del río Miño donde se elaboran grandes vinos, aquí se encuentra el restaurante rural Casa da Pintora.
Este restaurante ocupa una antigua casa tradicional de piedra completamente reformada rodeada de hermosos jardines con fuentes, árboles y un preciosos hórreo. Un conjunto que es un regalo para la vista y que nos hace ver que éste no es solo un lugar para disfrutar de la buena cocina tradicional, sino también para pasear, relajarse y visitar el espectacular entorno puramente natural y rural del municipio de O Rosal.
Casa da Pintora está muy cerca de playas fluviales y del sendero por el río Miño, y a tan solo 3 minutos en coche de uno de los enclaves más increíbles de la zona: los molinos de Folón y de Picón, una visita imprescindible en O Rosal.
A Casa da Henriqueta
El municipio de Oia, entre A Guarda y Baiona, destaca por su espectacular paisaje de montañas a pie de mar. A lo largo de la costa se suceden pequeños pueblos y algunos peregrinos que realizan el Camino Portugués por la costa.
Muy cerca del Monasterios de Santa María de Oia se encuentra A Casa da Henriqueta, un restaurante emplazado en una antigua casa señorial de piedra completamente restaurada y que mantiene una decoración rústica con techos de madera, paredes a piedra vista y una una antigua chimenea también de piedra de granito.
El interior rústico y acogedor abre paso a un jardín con vistas envidiables hacia el océano. Un emparrado de viñas y un hermosos hórreo complementan un espacio que por sí solo ya es muy agradable y atractivo, una terraza de lo más agradable para disfrutar de una buena comida casera en los días soleados.
Na Morada das Parras
En el interior de Nigrán, muy cerca de algunas de las mejores playas de la Ría de Vigo y de la histórica villa de Baiona, sobre una colina coronada por un bosque de pinos, encontramos el restaurante rural Na Morada das Parras.
El local tiene un encanto especial, con espacios cálidos y acogedores que invitan a relajarse y contemplar las vistas hacia los verdes campos desde sus grandes ventanales. Pero lo que más enamora a los clientes de este restaurante, especialmente cuando el tiempo acompaña, es su magnífica terraza con mesas y sillas de forja y madera al cobijo de grandes parras que crean un espacio de lo más agradable que además ha puesto nombre a este restaurante. Na Morada das Parras es el lugar perfecto para desconectar, respirara aire puro y disfrutar de una buena comida y una agradable velada.
A Casa de Rosa de Mazaroca
A medio camino entre Vigo y Pontevedra, en el municipio de Vilaboa, se encuentra este restaurante de estilo rústico y un cierto aire marinero que resulta de lo más encantador.
A Casa de Rosa de Mazaroca se encuentra en el privilegiado entorno del interior de la Ría de Vigo y la ensenada de San Simón, un lugar de gran belleza paisajística en un entorno puramente rural. El interior del local combina elementos de piedra y madera con un mobiliario de lo más confortable. En el exterior, su amplia terraza en tonos blancos y azules y su hórreo nos hace tener bien presente que estamos en el rural de la costa gallega. Éste es un lugar para disfrutar de una buena comida con productos locales y respirar los aires de la brisa marina.
Mamá Lela
En el interior de la provincia de Pontevedra, muy cerca de la capital homónima, el municipio de Cerdedo-Cotobade ofrece lo mejor del rural gallego, con verdes bosques y montañas salpicadas de núcleos de casas y pequeñas huertas. Aquí se encuentra el encantador restaurante Mamá Lela, cuyo local nos transmite la esencia del rural sin dejar de lado el cuidado por los detalles, el buen servicio y el confort.
Se trata de una antigua casa totalmente reformada, decorada con gusto rústico y un aire nórdico que acompañan muy bien los espacios y las paredes de piedra. Cada rincón invita a sentarse y disfrutar de una agradable velada, como sus encantadores balcones con apenas un par de sillas y una mesa de madera, o el pequeño jardín cubierto con una parra cuya sombra refresca el espacio en los días de verano. Y es que en Mamá Lela saben cuidar muy bien los detalles, tanto en el local, como en el servicio y en las elaboraciones de sus platos de cocina tradicional.