Los mejillones gallegos: tan deliciosos como nutritivos

Un producto estrella de las Rías Gallegas

Pocos productos son tan deliciosos, nutritivos y económicos como los mejillones de Galicia. Este bivalvo se ha convertido en uno de los mariscos más destacados de las rías gallegas, tanto por su excepcional calidad como por su elevadísima producción, y es que cada año se “cosechan” unas 250.000 toneladas de mejillones en las bateas gallegas. Ello es posible por dos motivos fundamentalmente: la calidad de las aguas ricas en nutrientes de las rías y el desarrollo de un óptimo método de cultivo de mejillones en las bateas. Tanto es así que estas construcciones flotantes se han convertido también en una seña de identidad del mar de Galicia.

Los mejillones destacan por su versatilidad en la cocina y por ser un alimento de gran valor nutricional, especialmente interesante para niños en crecimiento. Por fortuna este producto está disponible todo el año en tiendas y supermercados, ya sea fresco o en conserva, ambos formatos permiten beneficiarnos de las cualidades de un producto único.

 

¿Cómo se cocinan los mejillones?

Además de su calidad y abundancia, los mejillones ofrecen muchas otras ventajas que contribuyen al éxito de este producto en los restaurantes y en nuestras mesas, y es la sencillez con la que se pueden cocinar y su enorme versatilidad.

Simplemente cociéndolos al vapor en agua con mucha sal (hay quien gusta de añadir en el agua una hojita de laurel) y rociándolos con unas gotas de limón, podremos disfrutar de su espectacular sabor. También podemos aderezarlos con otros ingredientes y condimentos variados: con tomate y albahaca, al vino blanco, a la marinera o a la vinagreta. Además, a los mejillones les acompañan muy bien las salsa picantes, y es que la versatilidad de este producto no tiene límites.

Son el toque perfecto para adornar con su textura y su sabor numerosas recetas, como una paella de mariscos, un guiso de pescado, una ensalada… ¡y el relleno ideal para una buena empanada marinera!

 

Valor nutricional

Estos moluscos bivalvos son alimentos de alto valor nutricional y con propiedades beneficiosas para la salud. Destaca su alto contenido proteico, aproximadamente un 15% de la carne del mejillón son proteínas de alto valor nutricional. Para hacerse a una idea, 18 mejillones proporcionan la proteína equivalente de un filete de 200 gramos de carne magra.
Al igual que otros bivalvos como las almejas o los berberechos, los mejillones tienen un bajo contenido de grasas “malas”, pero un nivel elevado de grasas buenas como el omega 3, que ayuda a reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Los mejillones son una fuente natural de vitaminas como la vitamina B12 que, entre otras cosas, protege a las células del daño oxidativo. Su contenido es tan elevado que 100 gramos de mejillones sin concha aportan el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitamina B12. Pero además también presentan cantidades elevadas de vitamina B2 (Riboflavina) y la vitamina B9 (folatos), que contribuye al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo.

Estos moluscos son además muy ricos en minerales como el selenio, el hierro, el fósforo, el zinc, el yodo, el calcio, el potasio y el magnesio. En 100 gramos de carne de mejillónse encuentra el 100% de la cantidad diaria recomendada de selenio, el 53% de hierro, el 30% de fósforo y el 23% de zinc.

El consumo de mejillones aporta numerosos beneficios para la salud y están especialmente indicados para niños y mujeres embarazadas. Contribuyen al desarrollo, formación y mantenimiento de los músculos, los huesos, los dientes, la piel y la visión, al correcto funcionamiento del sistema inmune, a la función cognitiva y del sistema nervioso, ayudan a regular el metabolismo y también la formación de glóbulos blancos, rojos y hemoglobina.

 

En definitiva, los mejillones gallegos son productos cultivados de acuerdo a artes tradicionales, que podemos consumir todo el año, que ofrecen una enorme versatilidad en la cocina, que son económicos y que además son muy saludables, ¡y no nos olvidemos de que están deliciosos! ¿acaso se puede pedir más?

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