Cómo los retablos barrocos de Galicia desvelaron el origen de las variedades de vid

La investigadora gallega que arrojó luz sobre nuestra historia vitícola a través del arte barroco en las iglesias y conventos

La Doctora María del Carmen Martínez Rodríguez, científica investigadora y jefa del grupo “Viticultura, Olivo y Rosa” de la Misión Biolóxica de Galicia (MBG-CSIC) ha dirigido varios estudios de gran importancia cultural, social y económica, como por ejemplo acerca de los clones de Albariño, la caracterización de variedades autóctonas minoritarias y de interés comercial, la recuperación de las variedades de olivo autóctono gallego o la caracterización de una rosa cultivada asturiana (Rosa narcea), entre muchos otros.

El equipo de María del Carmen en la MBG ha llevado a cabo una meticulosa prospección de todas las zonas vitícolas de Galicia y Asturias con la finalidad de localizar e identificar las numerosas variedades de vid existentes, su origen y el tiempo que llevan utilizándose en la viticultura. Muchas de las variedades que han estudiado eran ejemplares inéditos y centenarios de entre 200 y 300 años de edad. En las instalaciones de la MBG se encuentran conservadas las cepas originales, una colección de semillas, así como numeroso material fotográfico.

Así a todo, estos trabajos no fueron suficientes para obtener una representación real de todas las variedades de vid gallegas. Una de las principales limitaciones al trabajo de estos investigadores es la ausencia de estudios científicos y dibujos descriptivos de las variedades de vid que en Galicia se cultivaban antes del siglo XIX.

Pero María del Carmen tuvo una original idea que logró arrojar luz sobre la historia vitícola gallega. Una de las aportaciones más interesantes y curiosas de esta investigadora se basa en su observación del arte barroco presente en los edificios eclesiásticos gallegos, concretamente en sus exquisitas representaciones de hojas y racimos de vides. A partir de estas observaciones, María del Carmen postuló la hipótesis de que se trataba de variedades de vid reales que se encontraban presentes en la zona en el siglo XVII (siglo del arte barroco). Una idea un tanto cuestionada en un principio, pero que con el tiempo ha demostrado ser todo un acierto que ha permitido que hoy, todos conozcamos mejor la historia vitícola de Galicia.

 

Estudios ampelográficos sobre el arte barroco

Hoja de vid, ampelografía
Detalle de una hoja de vid con los nervios primarios y secundarios

El arte barroco destaca por tender al exceso y ser recargado, incluyendo todo tipo de ornamentaciones y detalles. Así, en los retablos de varias casas religiosas gallegas aparecen racimos y hojas de diferentes vides representadas tanto por el haz como por el envés, con gran detalle de los haces vasculares o nervios, los senos laterales, la morfología y el tamaño de las mismas. Estos caracteres de las hojas y los racimos son empleados actualmente en la ampelografía: especialidad de la botánica que trata de la descripción de las variedades de vid, centrándose principalmente en los caracteres morfológicos de hojas y racimos.

Las representaciones son tan perfectas, y exactamente iguales a las hojas de las variedades identificadas, que el artista no habría podido realizarlas sin tener un modelo de la hoja real delante. Este hecho sumado a que, según indican los historiadores, en la época los artistas se desplazaban al lugar donde se contrataba la obra para ejecutarla, pone de manifiesto que estas variedades de vid se encontraban cultivadas en las inmediaciones de las iglesias y monasterios gallegos en el siglo XVII.

Las investigadoras realizaron un exhaustivo trabajo en el que, tras tomar fotografías detalladas de las hojas y racimos representados en los retablos, emplearon un procesador de análisis de imagen para tomar medidas que permitieron reconocer con exactitud qué variedades de vid se habían representado en el siglo XVII. En este video del CSIC se explica cómo fue el proceso llevado a cabo por los investigadores.

 

Las variedades de vid gallegas halladas en los retablos barrocos

Retablo Mayor de la iglesia San Martín Pinario. Imagen de José Luis Filpo Cabana. Fuente Wikimedia Commons
Retablo Mayor de la iglesia San Martín Pinario. Imagen de José Luis Filpo Cabana. Fuente Wikimedia Commons (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:San_Mart%C3%ADn_Pinario._Retablo_Mayor_(1730-1733).jpg)

Las variedades de vid gallegas halladas en los retablos barrocos demuestran la antigüedad de su cultivo en Galicia. Así, en la Catedral de Santa María de Tui los dos retablos de Francisco Castro Canseco, fechados de 1710 y 1711, permitieron identificar dos de las variedades de uva más famosas de Rías Baixas, la Loureira y el Albariño, mientras que en el retablo del cercano Convento de las Clarisas (también en Tui) se encontró la variedad tinta Castañal, característica de la subzona de O Rosal.

El retablo de la Iglesia de San Vicente Pinol en Sober desveló que la variedad Brancellao (también llamada Albarello) ya se cultivaba en la Ribeira Sacra en el siglo XVII.

En el retablo barroco de la Iglesia de la Merced en Verín se encontró la variedad Dona Branca característica de Monterrei, Ribeira Sacra y Valdeorras.

Adicionalmente, el grupo de investigación también identificó la variedad de vid Palomino Fino (o Jerez) en un retablo de finales del siglo XVII en el Santuario de Nuestra Señora del Acebo, en Cangas del Narcea (Asturias).

 

Los trabajos realizados por la Doctora María del Carmen Martínez Rodríguez y su grupo se prolongaron durante más de quince años y han sido publicados en prestigiosas revistas internacionales como Economic Botany, del Jardín Botánico de Nueva York. Además, ha sido destacado como uno de los estudios más originales en el World Congress of Vine and Wine de la Organización Internacional del Vino (OIV).

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