Castillo de Vimianzo

El Castillo de Vimianzo, también conocido como Torres de Martelo, es todo un símbolo del municipio y de la comarca de Terras de Soneira. Los vimianceses hacen muy buen uso de sus instalaciones, que albergan muestras de artesanía en vivo, y rinden culto a su historia con la celebración del “Asalto ao Castelo”. Así, esta fortaleza es algo más que un ejemplar edificio histórico, es un centro vivo que pone en valor la cultura, tradición y forma de vida de los habitantes de Vimianzo, de la comarca y de toda A Costa da Morte.

La fortaleza, tal y como la vemos hoy en día, fue construida hacia finales de la Edad Media (en el siglo XV), aunque su origen es anterior. Si bien es cierto que no se sabe con exactitud cuándo fue construido por primera vez, hay registros documentales que ponen de manifiesto su existencia ya en el siglo XIII. En esta época el castillo vivía un gran esplendor y era el centro rector de la zona. También en este momento la fortaleza pasó a ser propiedad de los señores de Altamira, que ejercieron su influencia en varias zonas de Galicia. No fueron pocas las disputas y contiendas por hacerse con el control del castillo, ya que se encuentra en una ubicación estratégica, muy próximo a la costa, que en el pasado permitía controlar las rutas comerciales del mar del norte, los negocios de la sardina y de la sal, así como los botines de los barcos que naufragaban en la Costa da Morte.

Con el estallido de las Revueltas Irmandiñas, en el año 1467, los campesinos de la comarca se enfrentaron a los señores feudales y lograron tomar la fortaleza, destruyendo parte de la misma en un acto simbólico de derribo del poder avasallador al que estaban sometidos. Poco después, cuando los sublevados fueron de nuevo aplacados, se obligó a los mismos campesinos a reconstruir el castillo, el cual mantiene la misma apariencia hoy en día.

Desde entonces el castillo estuvo en manos privadas hasta que en 1965 sufrió un devastador incendio, por lo que su propietaria lo cedió al Arzobispado de Santiago. Poco después, en 1973, el Arzobispado vendió el castillo a la Diputación de A Coruña. La Diputación se encargó de rehabilitar el castillo y acondicionarlo para un uso público y actualmente el edificio está gestionado por el Concello de Vimianzo.