Faros encantadores en el sur de las Rías Baixas
La mayoría de faros de Galicia datan de mediados del siglo XIX, cuando se emprendió la renovación de las señales costeras. Hasta ese entonces, únicamente existía en la costa gallega el faro de la Torre de Hércules, construido por los romanos en el siglo I, nada más ni nada menos que 1800 años antes.
Los faros son elementos indispensables para que el tráfico marítimo sea seguro, y también actúan como puntos de referencia para los buques que pasan a cierta distancia de la costa. Parece mentira que en Galicia, especialmente en puntos como A Costa da Morte o los acantilados de las Islas Cíes, no hubiera faros hasta mediados del 1800.
Además de su importante función, estas construcciones tienen un encanto especial que atrae a los visitantes, un cierto aire romántico y melancólico al que es difícil resistirse. También suelen estar ubicados en puntos elevados que permiten disfrutar de vistas privilegiadas. Hoy os hablamos de los faros más encantadores y pintorescos al sur de las Rías Baixas.
Faro de Ons
El archipiélago de Ons es uno de los que conforman el Parque Nacional Marítimo-Terrestres de las Islas Atlánticas, está compuesto por la Isla de Ons y varios islotes, como la Onza, Centolo o Freitosa. La Isla de Ons se puede visitar en la época estival, se encuentra a 4 km de tierra y en su punto más alto, a 128 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el faro de Ons.
Este faro es conocido por ser uno de los pocos que quedan en la península habitado por fareros durante todo el año. Encendió sus luces por primera vez en 1865. La lámpara, inicialmente de aceite de oliva de émbolo, se cambió poco después por una de petróleo con una mecha y tenía un alcance de 17 millas. En 1926, se reformó la torre y el edificio, y se cambió la lámpara, ahora con un alcance de 24 millas y con un sistema de vapor de petróleo a presión. En su momento fue uno de los últimos faros con este sistema de vapor de petróleo antes de sustituirlo por la energía fotovoltaica, que sigue siendo su fuente de energía en la actualidad.
Acercarse hasta este faro es una experiencia realmente espectacular y nos ofrece vistas panorámicas de prácticamente todas las Rías Baixas: Hacia el norte la península de O Grove, la isla de Sálvora y la península del Barbanza; hacia el sur las islas Cíes, la península del Morrazo y cabo Silleiro al fondo; hacia el este la entrada de la Ría de Pontevedra y hacia el oeste podremos admirar en infinito océano Atlántico.
Pero si algo resulta inolvidable, para los afortunados que tengan la ocasión, es poder admirar el cielo nocturno desde este lugar, que goza de una baja contaminación lumínica, permitiéndonos disfrutar de las estrellas y las luces de la costa en todo su esplendor, además del encanto de ver periódicamente pasar los haces de luz del faro. Todo un espectáculo cargado de belleza y romanticismo.
Faro de Cabo Silleiro
Este hermosos faro de azulejos rojiblancos se encuentra en Cabo Silleiro, en el municipio de Baiona, y marca la entrada a la Ría de Vigo por el sur. Es un lugar de especial belleza paisajística y lleno de historias, en una ubicación estratégica que ha servido en el pasado y en la actualidad como un importante punto de referencia.
Se encuentra sobre una colina a 85 metros sobre el mar y encendió sus luces por primera vez en 1866. Desde 1909 funciona con una lámpara de petróleo y en 1924 se reformó el edificio, actualmente mantiene la misma apariencia que hace casi un siglo. Desde el año 1960, la torre del faro tiene una lámpara de 3.000 w, cuya luz se puede ver a 40 millas (unos 65 km) si el tiempo está despejado, lo que convierte a este faro en uno de los puntos de orientación más importantes para los barcos que pasan cerca de la costa gallega.
Aunque no es visitable, merece mucho la pena acercarse hasta él y disfrutar de unas vistas incomparables hacia el salvaje Atlántico, que por lo general golpea con fuerza en esta zona, especialmente en los días de invierno. Si miramos hacia el norte las Islas Cíes nos regalan una visión que no es la más conocida, pero que muestra la grandeza de sus acantilados y su orografía. Tras el faro se levanta una montaña entre cuyas rocas se pueden divisar, a lo lejos, como sobresalen alguno cañones de artillería, por supuesto en total desuso. Se trata de las instalaciones militares de la Batería J4 que se realizaron al finalizar la Guerra Civil española con el objeto de evitar una posible incursión bélica por mar que nunca llegó a producirse.
Además este faro se va a convertir próximamente en un alojamiento turístico único. La Autoridad Portuaria de Vigo, que es la que gestiona el faro, ya está ejecutando las obras para convertirlo en un faro-hotel encantador con vistas exclusivas del mar y de las Cíes.
Faro de Cíes
Las Islas Cíes son una auténtica maravilla natural de la Ría de Vigo. Forman parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas y además de la fabulosa Playa de Rodas, en ellas encontramos preciosos senderos que transcurren entre parajes de gran belleza natural hasta sus faros. De ellos destaca el faro situado en el extremo sur de la Illa do Faro, el conocido como Faro de Cíes, que corona la cima más alta de las islas ofreciendo una panorámica espectacular de todo el parque.
Para acceder a él hay que subir por zigzagueantes rampas que ascienden hasta los 178 metros de altura a los que se encuentra el faro. Pero el esfuerzo de llegar hasta aquí merece, y mucho, la pena al poder disfrutar de espectaculares vistas a ojo de pájaro de las tres islas, sus acantilados y el océano que golpea las rocas a nuestros pies.
Este faro se construyó entre 1851 y 1853, está hecho íntegramente de piedra de granito. Al igual que otros muchos faros de la época, inicialmente funcionaba con una lámpara de aceite, que más tarde se sustituyó por una de petróleo y, ya en 1939, se instaló un destellador de acetileno que sigue funcionando hoy en día. La señal de su haz de luz es visible a 22 millas náuticas, unos 40 kilómetros, en las noches despejadas.
Faros de Cabo de Home
En el punto en tierra firme más cercano a las Islas Cíes, una zona de paso de buques, transatlánticos y barcos pesqueros que se dirigen hacia el norte desde la Ría de Vigo, se encuentra Cabo Home. Un lugar de naturaleza privilegiada y protegida por la Red Natura 2000.
Aquí está la famosa Ruta dos Faros, una senda que visita bosques de pinos, rocosos acantilados y playas, además de sus tres faros: el faro de Cabo Home, el faro de Punta Robaleira y el faro de Punta Subrido. Los tres son muy especiales y nos ofrecen hermosas vistas de las Islas Cíes y de la costa de la península del Morrazo.
Desde luego que es más que recomendable ponerse un buen calzado para caminar, o subirse a una bicicleta de montaña, y realizar esta ruta inigualable que nos muestra lugares tan misteriosos como imposibles. Cada vista parece una postal, especialmente durante el ocaso, cuando la luz perfila los acantilados y los faros regalándonos estampas dignas de capturar.
Faro de Punta Cabalo
En el medio de la ría más grande de Galicia, hacia el extremo norte de la Illa de Arousa se encuentra este pequeño faro construido sobre las rocas y rodeado de bateas, vegetación y preciosas playas. Las vistas desde aquí son tan bonitas como exclusivas, permitiéndonos admirar el mar de la Ría de Arousa como desde ningún otro sitio, dando la sensación de que estamos flotando en un barco por la ría.
El faro de Punta Cabalo se construyó en 1852 y su función como farol no duró mucho, ya que se suprimió a principios del siglo XX. A pesar de ello, el edificio de piedra y la torre del faro se mantuvieron intactos hasta nuestros días. Actualmente alberga un encantador restaurante de cocina local con una formidable terraza que hace las delicias de sus clientes en los días estivales.
Además, todo el entorno del faro-restaurante es perfecto para pasear, incluso con los más pequeños, darse un baño en alguna de las playas que lo rodean y visitar el reloj solar tallado en piedra que se encuentra muy próximo al faro.