La invasión de avispa asiática en Galicia
Como su nombre indica la avispa asiática (Vespa velutina) es una avispa originaria del sudeste asiático y que se comporta como invasora en Europa. Su llegada a este continente se produjo en el año 2004 en Francia a través de un barco de carga procedente del continente asiático. Dado que las condiciones en el sur de Europa resultan favorables para su crecimiento y reproducción, la invasión de avispa asiática avanzó con relativa rapidez y en 2010 se confirmó su llegada a la península ibérica a través de los Pirineos.
Debido a su potencial colonizador y a que constituye una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats y los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. A pesar de ello, los esfuerzos por erradicar esta invasión no han sido en absoluto fructíferos en las diferentes comunidades españolas y la avispa velutina está muy asentada en el norte peninsular, concretamente en el País Vasco, Navarra, Cantabria, Asturias, Cataluña y Galicia.
El problema de la invasión de la avispa velutina
Los problemas de la invasión de la velutina se podrían situar en el plano ecológico y en el económico que, en realidad, están profundamente relacionados. Algo que es aún más notable en el caso de lugares como Galicia donde la producción primaria es motor fundamental de la economía en el rural.
La velutina, al igual que otras avispas, se alimenta de diferentes insectos, entre los que se incluyen las abejas, las hormigas, las mariposas o los pulgones, así como otros pequeños invertebrados, el néctar de las flores y otros líquidos azucarados como los presentes en las frutas. De hecho algunas avispas asiáticas se especializan en la recolección de azúcares, principalmente extrayéndolos de las frutas, mientras que otras velutinas se especializan en la recolección de proteínas, las cuales obtienen de cadáveres y de la caza de insectos vivos, como es el caso de otras avispas más pequeñas y, sobre todo, de las abejas.
Las velutinas son muy voraces, y por ello pueden llegar a desestabilizar los ecosistemas, al mermar una parte importante de la población de determinados insectos. Como comentábamos, especialmente preocupante resulta el ataque a las abejas, ya que son los principales insectos polinizadores y muchas especies vegetales dependen de ellas para su reproducción.
Lo anteriormente citado también tiene un gran impacto económico. Por un lado, de forma directa, las velutinas han llegado a mermar considerablemente las abejas melíferas de explotaciones apícolas comprometiendo seriamente la producción de miel y el sustento de los apicultores. También de forma directa, están teniendo un importante impacto en la producción de fruta, siendo de especial gravedad el caso de las uvas, las peras y las manzanas, ya que producen importantes mermas en viñedos y plantaciones de frutales. Uva y manzana son la materia prima de vino y sidra respectivamente. Ambas frutas son de especial importancia en el sector primario en Galicia, pues son la base de la enorme variedad de vinos gallegos de diferentes uvas como godello, albariño, mencía y un largo etcétera y de importantes “exportaciones” a Asturias para la sidra.
Indirectamente, la falta de polinización de las abejas produce un empobrecimiento de otras variedades autóctonas, especialmente las salvajes pero también las de cultivo, lo que supone también un mayor esfuerzo en la procura de esta polinización. Esto implica, especialmente, costes importantes en la extracción de nidos, equipos de personas, maquinaria, coordinación, puesta de trampas, etc.
Cómo reconocerla y diferenciarla de avispas autóctonas
En Europa se ha establecido una subespecie de avispa asiática (Vespa velutina nigrithorax) que es muy fácil de identificar ya que su tórax y abdomen son de color negro, a excepción de el cuarto segmento (el final del abdomen) que es de color amarillo o amarillo-anaranjado. Las patas son oscuras y con los extremos amarillos.
Quizás la especie autóctona más parecida a la velutina sea el avispón europeo (Vespa cabro). Éste tiene un tamaño ligeramente superior al de la velutina, pero se diferencia más fácilmente por sus colores más claros, con un tórax castaño oscuro y el abdomen de color castaño con zonas amarillas más grandes que la velutina. Las alas son también más claras, de color castaño ligeramente rojizo. Este avispón autóctono es también víctima de las asiáticas, pero en esta ocasión de forma indirecta, ya que su relativo parecido para ojos inexpertos hace que algunas personas se confundan y las maten por considerarlas invasoras perjudiciales, cuando en realidad no lo son.
Los nidos de velutina también se diferencian de los de otras avispas como el avispón europeo. Los nidos de avispa asiática son de forma redondeada y alcanzan grandes tamaños, llegando fácilmente al medio metro de diámetro, y se encuentran muy frecuentemente en lo alto de árboles a más de cinco metros de altura. También en ocasiones se encuentran en lo alto de edificaciones o bajo tierra. Esto último es menos habitual, pero no supone un problema para diferenciarlos de otras avispas, ya que basta con observar el tráfico para identificarlo. Sí es un problema, sin embargo, para los humanos, ya que puede producir encuentros desagradables, como veremos más adelante.
Por su parte, los nidos de avispón autóctono suelen ser más pequeños y estar ubicados en algún refugio, como troncos huecos, o a veces en el suelo, pero nunca en la parte alta de los árboles, como sí hacen las velutinas. Además la entrada al nido está en el fondo del mismo, y no en el lateral como en el caso de las invasoras.
¿Qué ocurre si te pica una velutina?
En cuanto al daño que pueden ocasionar las picaduras de velutina, ésta no representa mayor peligro que otras avispas autóctonas como el avispón europeo. Al menos no más allá de que, al parecer, sus picaduras pueden ser algo más dolorosas, probablemente por la inyección de mayor cantidad de veneno. Se deberá prestar atención a una posible reacción autoinmune, por posible alergia a este tipo de veneno. En caso de observarse algún síntoma extraño, más allá del dolor e hinchazón en la zona de la picadura, como puede ser obstrucción de las vías aéreas por inflamación de la garganta, se deberá acudir a un hospital lo antes posible. También es aconsejable acudir con premura a un hospital en caso de que la picadura se produzca en una mucosa (ojos, boca, etc.) o en la garganta, por ingesta accidental (podría suceder que un himenóptero estuviese comiendo nuestra comida y sin darnos cuenta la metiésemos en la boca).
Pero realmente estas avispas prefieren huir antes que atacar a un humano. Es por ello que las picaduras son esporádicas y suelen darse cuando el insecto se ve acorralado o está herido (por ejemplo cuando se agarra una por accidente, o se encuentran ahogándose en una piscina o se pisa una por error).
Un caso aparte es cuando se trata de defender el nido. Las velutinas son feroces defensoras de su reina y de sus descendientes. Cuando el nido es agitado o dañado las avispas salen en gran número, en intención de ataque y picando al intruso rápidamente, incluso a través de la ropa. Esto supone un enorme peligro, ya que las picaduras se multiplican, pudiendo llegar a producir la muerte del que, ya sea intencionadamente o por error, haya perturbado la tranquilidad del nido. Como comentamos, los nidos suelen estar en zonas altas, por lo que es raro el encuentro con directo con ellos, pero sí existen nidos bajo tierra, en zonas normalmente poco transitadas, que sí suponen un grave peligro. De hecho la mayoría de ataques graves se han producido desbrozando fincas, llegando la maquinaria (tractor, desbrozadora, etc.) a tocar el nido y produciéndose un ataque masivo.
En Europa se han constatado pocos ataques que supusieran un riesgo real para la vida. El peligro para el ser humano se produce en caso de picaduras múltiples, picaduras únicas en mucosas o en personas alérgicas al veneno de himenóptero.
Control de la invasión en Galicia: ¿Qué hacer si localizo un nido de velutina?
En 2014 la Xunta de Galicia comenzó a implantar un programa de vigilancia y control para minimizar el impacto de la avispa asiática. Sin embargo, no fue muy eficaz en un principio y la presencia de la avispa continuó aumentando. Es por ello que en 2020 el gobierno autonómico decidió renovar el plan para ofrecer soluciones más eficaces a la invasión y centrando la lucha en una respuesta coordinada con los ayuntamientos.
En Galicia, el número de teléfono para avisar de la presencia de un nido de avispa velutina es el 012. Los datos a aportar en la llamada serán la ubicación del nido (municipio, parroquia y más detalles necesarios para su localización) y la altura aproximada a la que se encuentra.
La empresa pública Seaga es la encargada de gestionar la respuesta coordinada con los ayuntamientos gallegos y de retirar los nidos de velutina mediante el uso de marcadoras de aire comprimido de gran alcance, pértigas de fibra de carbono y bombas de batería para la impulsión de biocida.
En 2020, los equipos de intervención retiraron casi 17.000 nidos de velutina: unos 8.500 en la provincia de A Coruña, casi 5.000 en la de Pontevedra, más de 2.000 en la de Lugo y más de 1.300 en Ourense.
Las instituciones públicas y los profesionales recuerdan que la concienciación social y el aviso a través del número 012 son las principales herramientas en la lucha contra esta especie invasora.