El objetivo: Proteger y reactivar el sector vinícola ante la crisis del covid-19
El sector de vino ha sido uno de los más dañados debido a la alarma sanitaria por el coronavirus. Esto es algo de lo que llevamos haciendo eco en nuestro blog desde que comenzaron las medidas que supusieron en cierre de la Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) y que han mermado sustancialmente las ventas de vinos en todo el país. Solo en Galicia las ventas han caído en un 40%, y es que la mayoría de vinos gallegos encontraban en los restaurantes su principal canal de distribución. En este sentido, la Xunta de Galicia ha emprendido algunas medidas de apoyo al sector vitivinícola de cara a garantizar la vendimia y abrir nuevos canales de venta para algunas bodegas del sector.
Aunque poco a poco España vuelve a una “nueva normalidad”, los efectos negativos de los meses de confinamiento siguen muy presentes en el sector del vino que, ante la llegada de la próxima vendimia, necesita más que nunca del apoyo institucional para mantenerse a flote.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha declarado ante los medios la necesidad de apoyar al sector vinícola en estos momentos, y ha destacado que es el vino de mayor calidad el que más se ha visto afectado por la pandemia, ya que el 60% de sus ventas están vinculadas a la hostelería.
El Gobierno trabaja desde hace varias semanas en la elaboración de un Real Decreto que incluirá las medidas de carácter extraordinario para hacer frente a la crisis causada por la pandemia de Covid-19 en el sector del vino. Aunque todavía no se ha publicado en el BOE, si se han hecho públicas algunas de las medidas contempladas en el plan de choque y que os contamos a continuación.
Las principales medidas adoptadas por el Gobierno en su plan de choque
La destilación de crisis, una medida que ha provocado cierta controversia en el sector, por la que se van a retirar del mercado dos millones de hectolitros de vino para su destilación. Se pretende así obtener alcohol vínico, un subproducto que aportaría un cierto rendimiento económico a los vinos ya elaborados. Del total a retirar, 1,5 millones de hectolitros corresponden a vinos de mesa y el 0,5 restante a vinos con Denominación de Origen.
Facilitar medidas para el almacenamiento de vino en las bodegas, algo muy necesario, especialmente para poder dar cabida a la nueva añada. Así las bodegas podrán almacenar en depósitos provisionales sus vinos para ir embotellándolos y sacándolos al mercado a medida que la demanda aumente.
Financiar la cosecha en verde para esta añada 2020 y también en la del próximo año 2021. Se pretende así controlar la producción de uva retirando parte de los racimos aún sin madurar en el viñedo. Asimismo, el Gobierno pretende limitar el rendimiento en la producción de uva para el próximo año a 18.000 kilogramos por hectárea en uva tinta y a 20.000 kg en uva blanca.
Así, el Real Decreto que se publicará próximamente en el BOE, contemplará estas y otras medidas excepcionales temporales para hacer frente a la situación actual en su Capítulo I. En su Capítulo II se abordarán medidas a aplicar en todas las campañas para la comercialización de vinos, así como el contenido en alcohol de los destilados de subproductos de la vinificación, que podría aumentar en ciertas circunstancias. En su Capítulo II se contemplará la declaración de cosecha de uva con una modificación del cuadro B del Anexo I del RD 739/2015. Finalmente en su Capítulo IV se incluirá en Régimen sancionador por incumplimiento de las medidas del Real Decreto.
Para alcanzar todas las medidas del plan de choque que se reflejarán en el Capítulo I del Real Decreto, el Gobierno planea elevar el presupuesto de los 78,9 millones de euros contemplados en el Programa Nacional de Apoyo al Sector Vitivinícola Español (PASVE 2020) hasta 85,9 millones de euros. Asimismo, el Ministro de Agricultura ha subrayado que pretenden publicarlo cuanto antes en el BOE para que las medidas se hagan efectivas e iniciar los pagos el 16 de octubre.