Platos y productos de los pueblos del Camino Francés en Galicia
Los caminos que llevan a Santiago son de los más antiguos del mundo. Los pueblos y ciudades que se encuentra el caminante son, en muchas ocasiones, tan históricos como el propio camino que pisan. Los habitantes de estos poblados han sabido, desde hace siglos, dar cobijo y alimento a todos los peregrinos que así lo solicitasen, en un gesto de humana hospitalidad y de amabilidad con el viajero.
Realizar el camino francés en Galicia es, sin lugar a dudas, una de las mejores maneras de conocer los pueblos del interior de esta comunidad: de acercarse a sus parajes naturales, al carácter de sus gentes y a su gastronomía tradicional. Desde aquí os animamos a embarcaros en esta aventura sin igual y a empaparos de la Galicia más genuina a través del camino de Santiago.
El camino francés entra en Galicia por el pueblo de Pedrafita do Cebreiro y transcurre por varias localidades del interior de las provincias de Lugo y A Coruña hasta Santiago. En todas ellas se pueden degustar productos de calidad como quesos, castañas o mieles, así como diversos platos tradicionales gallegos como el pulpo á feira, el cocido gallego, los pimientos de padrón o la empanada.
Pedrafita do Cebreiro
El producto típico de esta localidad es su excelente queso. Un producto con Denominación de Origen Protegida: el queso D.O.P. Cebreiro. Elaborado a partir de la leche de vacas criadas en la zona y siguiendo el modo tradicional, se trata de un queso graso, ácido y generalmente fresco, o con una curación de no más de 45 días. Se reconoce fácilmente por su peculiar forma, que parece el gorro de un cocinero. Es originario de este pueblo y también de otros circundantes del oeste de Lugo, y existen documentos que datan su existencia ya en el siglo XVIII, aunque probablemente ya se elaboraba antes.
Samos
Este precioso pueblo está atravesado por el río Oribio, por el que fluyen anguilas y truchas, que dan lugar a uno de los platos estrella de esta localidad, la anguila de Samos. Los cocineros de la zona son expertos en la preparación de la anguila, una delicia para chuparse los dedos que nunca defrauda al comensal.
Además, aquí se preparan los tradicionales bizcochos de Samos, tan tiernos como deliciosos. La elaboración de estos dulces es fiel a la receta original del Monasterio de Samos, con casi 280 años de historia.
Sarria
Destacan en esta localidad sus productos de carnes de porcino, como el lacón y los embutidos. Y los de porco Celta, una raza de cerdo autóctona en recuperación y cuyos productos son excelentes. Todos los años se celebra en esta localidad la “Festa do Porco Celta” a la que acuden multitudes a degustar tan deliciosas carnes.
Además, en Sarria también son notables sus panes y empanadas, muy demandados por visitantes y lugareños. Tanto es así que hasta cuentan con un museo del pan, de acceso gratuito y muy interesante. En Sarria también es amplia la cría de ternera gallega y la elaboración de quesos de la D.O.P. Queso de Tetilla.
Paradela y Portomarín
En estas localidades, al igual que en muchas otras a lo largo del camino, podemos degustar productos de calidad gallegos como las castañas, los panes, quesos y la carnes de cerdo y de ternera. Además, aquí se preparan la deliciosas y delicadas Tarta de Paradela y Tarta de Portomarín, ambas muy similares entre sí y, a su vez, a la famosa Tarta de Santiago. Elaboradas a base de almendras, huevo, harina y azúcar; estas tartas se diferencian de la de Santiago en que son más jugosas y tiernas, una delicia para el paladar.
Además, en Portomarín podrás degustar los mejores aguardientes de orujo, así como estupendas empanadas de anguila, y otros platos preparados con este pez.
Monterroso
En esta localidad se elaboran los tradicionales quesos con Denominación de Origen Arzúa-Ulloa, que se caracterizan por su carácter graso y por sus aromas a lácteos y avainillados. Además en los ríos de Monterroso abundan las truchas y, los restaurantes de la zona saben prepararlas a la perfección. Pero el que sin lugar a dudas es su producto estrella es el famoso jamón de Monterroso, tan premiado y elogiado como sabroso.
Melide
Destacan en esta localidad sus famosos melindres, conocidos como “los ricos de Melide”, y no es para menos, ya que están francamente deliciosos. Los melindres son unos dulces similares a una rosquilla con glaseado, son típicos de muchas regiones gallegas, pero es aquí, en Melide, donde mejor dominan su elaboración. Todas las pastelerías de la zona aromatizan el ambiente con su delicioso olor, ¡resulta imposible resistirse a la tentación de probarlos!
Arzúa
Como no podía ser de otra manera, el producto estrella de esta localidad es su queso D.O.P. Arzúa-Ulloa. Si bien estos quesos se elaboran en numerosas localidades gallegas, Arzúa es considerada el epicentro de estos quesos.
El queso D.O.P. Arzúa-Ulloa se obtiene a partir de leche fresca de vacas autóctonas. Se trata de un queso graso y ácido, con una corteza fina y amarillenta y una pasta pálida y brillante. Sus aromas son a mantequilla y a yogur, con matices de vainilla, nata y nuez. Un queso perfecto para degustar solo o acompañado de dulce de membrillo como postre. Cada vez son más los restaurantes de la zona que incorporan este excepcional producto a sus platos y tapas, toda una fiesta para los sentidos que no te puedes perder.
Santiago de Compostela
En Santiago, la capital de Galicia, podemos degustar todos los platos de la gastronomía tradicional gallega: pulpo, pescados y mariscos, empanadas, lacón con grelos, cocido, caldos, carnes…Son numerosos los restaurantes de la zona antigua que sirven platos típicos con los mejores productos y también con los mejores vinos gallegos.
Además, aquí podremos degustar la famosa Tarta de Santiago original, elaborada con almendras, huevos, azúcar y naranja, y decorada con la famosa Cruz de Santiago. Esta tarta se consume especialmente el 25 de julio, el día de la festividad de Santiago Apóstol, celebrada en toda Galicia, pero en la ciudad de Santiago podemos encontrarla en pastelerías y restaurantes durante todo el año.
El Camino de Santiago es una puerta a Galicia, una experiencia enriquecedora a muchos niveles y quizá la mejor manera de conocerla. Descubrir su gastronomía y sus productos locales es también acercarse a su cultura y a su historia. ¿Hay algo mejor que disfrutar de una buena comida tras un largo día de travesía?