Enclaves de senderismo fluvial en Pontevedra
Si algo hay en Galicia es agua. Su territorio está lleno de ríos que configuran la orografía gallega, pero que también son protagonistas de ecosistemas de gran valor y parajes fluviales de belleza sin igual.
A lo largo de los siglos, los gallegos hemos hecho un uso intenso del agua de los ríos para diversas actividades, de entre ellas nos queda el testigo físico de los molinos de piedra que empleaban la fuerza motriz del agua para mover grandes piedras de granito que molían cereales como el trigo o el maíz.
Así, en los parajes fluviales gallegos encontramos una curiosa conjunción de vegetación de ribera, ríos de aguas cristalinas y elementos etnográficos que son característicos y distintivos de nuestra comunidad. De esta combinación surgen paisajes que parecen sacados de un cuento de hadas y que merecen ser apreciados por curiosos y visitantes.
Desde aquí os proponemos algunas de las rutas de senderismo fluvial más hermosas y atractivas de Pontevedra y que, además, nos permiten disfrutar de impresionantes cascadas. ¡Qué las disfrutéis!
Cascada de Segade
Esta hermosa cascada se encuentra en el municipio de Caldas de Reis, muy cerca de la localidad con el mismo nombre. Para acceder a este enclave, lo mejor es realizar la ruta de senderismo PRG-59 Ruta del Agua, que comienza en el Jardín Botánico y Robledal de esta localidad. La ruta es circular y tiene una longitud total de unos 6,5 km, siendo apropiada para ir también con niños.
A lo largo del camino pasearemos entre las casas del pueblo, muy cerca del río Umia, atravesaremos el Puente de Segade, divisaremos antiguos molinos de piedra, una presa, un puente romano y las ruinas de una minicentral hidroeléctrica que impresionan nada más verlas. Pero el mayor atractivo es sin duda la Cascada de Segade, o Fervenza de Segade en gallego, en la que el río Umia desciende varios metros mostrando su fuerza en un entorno espectacular.
Parque Natural de la Ría Barosa
Aunque no es un Parque Natural, sí se trata de una zona de naturaleza peculiar que debemos proteger. Ni tampoco es una ría, pero éste era el nombre que recibía un antiguo camino que pasaba por la zona. El Parque Natural de la Ría Barosa es una visita indispensable si nos acercamos al municipio de Barro.
Aquí encontraremos uno de los parajes más bucólicos de la provincia, donde la naturaleza, el agua, las rocas y los antiguos molinos de piedra se funden formando un conjunto inigualable. Nadie resiste la tentación de capturar este hermoso lugar con una foto.
En la zona hay varios senderos bien señalizados que nos permiten explorar los numerosos molinos de agua y las cascadas que nos iremos encontrando río arriba, donde también hay pequeñas áreas recreativas. Este parque de la naturaleza nos invita a descubrir sus rincones, a maravillarnos de su paisaje y a detenernos para admirar su belleza.
Poza da Moura
Pocos lugares son tan exclusivos como la Poza da Moura y su cascada, en Moaña. Conocida por los vecino como el “jacuzzi natural con vistas a la ría” es un enclave digno de visita y, si el tiempo lo permite, también de un refrescante baño ante una de las panorámicas más hermosas de la Ría de Vigo.
Para llegar a ella hay un sendero perfectamente acondicionado que comienza al lado de la urbanización del campo de golf de la parroquia de Domaio. Tras visitar algunos molinos de piedra llegaremos a la Poza da Moura y su cascada.
Este lugar mágico esconde una de las leyendas más bonitas y a la vez tristes de Galicia, que además da nombre a esta poza. Se cuenta que en las noches de verano aquí se oyen los lamentos de una joven mujer, y que en la noche de San Juan se la puede ver peinando sus cabellos con un peine de oro. Te contamos esta leyenda y más curiosidades sobre la Poza da Moura y su cascada.
Sendeiro das estrelas y cascada de Parrelos
Para los amantes de la naturaleza que disfrutan de entornos aislados y recónditos, una visita al municipio de Covelo es más que recomendable. La belleza del entorno y el valor natural de esta zona montañosa es realmente única y digna de protección.
Aquí se encuentra el Sendeiro das estrelas (sendero de las estrellas) que nos llevará, en sus 8 kilómetros de recorrido, hasta la impresionante Fervenza, o Caldeira, de Parrelos, una vertiginosa cascada en la que el río Tea cae con fuerza golpeando las rocas. Bajo la cascada, encontramos una gran poza que nos invita a refrescarnos y darnos un baño en los días calurosos. Sobre ella han habilitado un mirador con barandilla que nos ofrece una perspectiva única de la caída de agua.
El sendero nos permite disfrutar también de otros enclaves hermosos, como el “Val do Tielas”, por el que discurre el río Tea en su tramo alto. Desde aquí disfrutaremos de preciosas vistas a la Sierra del Suído, para después adentrarnos en exuberantes fragas llenas de vegetación y algún que otro antiguo molino de piedra.
Los molinos del Folón y del Picón
Este es otro de esos enclaves encantadores y pintorescos que, de visitarlos solo una vez, no lo olvidaremos nunca. Aquí hay 60 molinos de piedra dispuestos al lado de impresionantes cascadas, regalándonos estampas que quitan el hipo.
Los molinos del Folón y del Picón se encuentran en las tierras de vinos de O Rosal, en el sur de la provincia. Llegar hasta el inicio de la ruta de senderismo es muy sencillo si accedemos por la carretera nacional que va desde Tui a A Guarda, a la altura de Goián encontraremos señales en la vía que nos guiarán hasta ella. Aquí encontraremos una zona de aparcamiento desde la que empieza el sendero que nos llevará hasta los molinos y cascadas.
La ruta no es muy larga pero sí tiene fuertes pendientes, y es que los molinos se amontonan sobre una escarpada colina por la que discurren los ríos Folón y Picón formando hermosas cascadas. Sin lugar a dudas, esta es una visita imprescindible para cualquiera que se acerque a la comarca del Baixo Miño.