I. G. P. Barbanza e Iria
I. G. P. Barbanza e Iria
En Galicia podemos presumir de contar con una gama amplia y variedad de productos con sello de calidad. Uno de ellos, por supuesto, es el vino. La Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) Barbanza e Iria es una de las cuatro con esta distinción que hay actualmente en Galicia. En estas líneas te describiremos esta zona costera del oeste de Galicia, te hablaremos sobre sus vinos, la historia que tienen en la zona, sus variedades y cómo se controla la calidad de los vinos de la I.G.P. Barbanza e Iria.
Descripción de la zona
A orillas de la ría de Arousa, donde se unen las provincias de A Coruña y Pontevedra, todo es magia. Es el pleno corazón de la costa de Galicia y un lugar donde el vino es arte por antonomasia. No en vano, se encuentra muy cerca de la DO Rías Baixas, particularmente de la subzona del valle del Salnés, tierras del albariño por excelencia.
Pero las tierras de Barbanza y Sar (así se llama esta zona) no solamente son tierras de vinos. Son pasajes llenos de encanto, lugares con arraigo, rincones que sorprenden al viajero a su paso. Son tierras ideales para recorrer a través de su extensa red de senderos. Si lo que estás buscando son experiencias de enoturismo de alto nivel, pero también conocer lugares fantásticos llenos de belleza e historia, debes anotarte esta zona del mapa de Galicia entre tus preferencias.
La zona de la I.G.P. Barbanza e Iria, no se podría entender sin su particular y hermoso paisaje, sin su agradable clima, sin su gastronomía y, por supuesto, sin sus espectaculares vinos, conocidos también como vinos de la tierra de Barbanza e Iria. De hecho, esas vides emparradas y a pie de mar son, muchas veces, parte de este paisaje encantador que enamora a quienes lo visitan.
Lugares con mucho encanto, sin duda. También tienen mucho encanto la infinidad de bodegas que te encontrarás en tu ruta del vino por la I.G.P. de Barbanza e Iria. Todas ellas suelen tener algo en común: carácter familiar, añejo, rural y ciertamente evocador. Uno se siente acogido, como en casa.
Las temperaturas raramente bajan de los 10 º C de temperatura media en invierno. Las lluvias son abundantes, pero no hay heladas, lo que favorece el buen desarrollo de la vid. En verano, las temperaturas nunca son extremas: suelen rondar los 20 – 25 º C.
Los suelos también favorecen. Son de acidez moderada, no retienen demasiado el agua y no tiene, prácticamente, contenido en materia orgánica en la superficie. Habitualmente encontramos materiales graníticos, pero también materiales metamórficos (esquistos) y de tipo sedimentario.
Son suelos antiguos, de buena profundidad y que estimulan la insolación. Ambas condiciones, climáticas y de suelo, favorecen un buen cultivo y caracterizan a los vinos, como veremos más tarde.
Nacimiento y evolución
La zona fue declarada como IGP por la Consellería del Medio Rural de la Xunta (órgano general competente) en diciembre de 2006. Sin embargo, en esta zona el cultivo de la vid es tradición desde tiempos inmemorables. Siempre caracterizado por esos pequeños viñedos en parras que acompañan en el paisaje a cultivos de patatas y de otras verduras u hortalizas. Una imagen clásica en muchos lugares de Galicia.
En Barbanza e Iria llegó a ser muy popular que las bodegas de la zona suministrasen el delicioso caldo a localidades cercanas y a otras como Santiago o Pontevedra. Llegó a ser muy popular. Sin embargo, durante el siglo XX, actividades como el marisqueo o la pesca ganaron terreno al sector vitivinícola. Hasta que llegó el impulso definitivo llegó con la Indicación Geográfica Protegida.
Recientemente (en el año 2019) fruto de su rápida expansión, se aumentó los rendimientos autorizados y se incorporó una variedad nueva, como veremos en líneas posteriores.
Zona geográfica que delimita la IGP Barbanza e Iria
La zona geográfica delimitada afecta a los municipios de Boiro, Catoira, Dodro, A Pobra do Caramiñal, Rianxo, Pontecesures, Valga y Ribeira. También están dentro algunas parroquias de Lousame: Camboño, Fruíme y Tállara; de Padrón: iria Flavia y Padrón; y del municipio de Porto do Son: Baroña, Caamaño, Queiruga, Ribasieira, San Pedro de Muro y Xuño.
Características del vino y vinculación con la zona geográfica
Para poder obtener una identificación como zona I.G.P., se precisa que existan algunas características concretas en los vinos que tengan un vínculo directo con la zona de producción y elaboración. El clima atlántico está presente en muchos de estos vinos, por lo que es un acompañante perfecto para algunos de los manjares gallegos, como muchos pescados y mariscos. Barbanza e Iria cuenta con unas condiciones muy especiales para producir vinos limpios, ligeros y brillantes, muy coloridos.
Muchos expertos vinícolas la consideran una extensión de la DO Rías Baixas por su similitud por condiciones climáticas (clima atlántico) y de suelo. Y, por ende, esas condiciones se ven reflejadas en los vinos resultantes. Sin embargo, existen diferencias en cuanto al factor humano y del propio cultivo. Aquí el minifundismo es todavía más extremo, muchas de esas vides colocadas en zonas minúsculas con relieves imposibles.
En fase olfativa, se pueden distinguir aromas francos, de frutas y florales. ¿Y en boca? Se tratan de vinos llenos de frescor, suaves y equilibrados, con ciertos destellos de acidez. La graduación alcohólica, como veremos ahora, es moderada para vinos monovarietales y para el resto. Te presentamos, ahora, sus valores para graduaciones alcóholicas, contenido máximo de azúcares, acidez y contenido máximo de dióxido de azufre en los vinos con I.G.P. Barbanza e Iria.
Contenido máximo en azúcares totales: Deben seguir los requisitos generales para la consideración de “vinos secos”.
Acidez total mínima: 5,0 g/l de ácido tartárico.
Acidez volátil máxima: 0,80 gr/l de ácido acético.
Graduación alcohólica adquirida mínima (% vol.):
Vinos monovarietales: 11% vol.
Resto de los vinos: 10% vol.
Contenido máximo de dióxido de azufre total:
125 mg/l para los monovarietales.
150 mg/l para el resto de los vinos.
Variedades de uva y tipos de vino I.G.P. Barbanza e Iria
A las siguientes hay que sumarles la variedad Merenzao, que se añadió recientemente a la vez que se aumentó el margen de rendimientos autorizados (principios de 2019).
Variedades blancas: Albariño, Caíño Blanco, Godello, Loureira (Loureiro Blanco o Marqués), Treixadura, Albarín Blanco (Branco lexítimo), Chenín Blanco (Agudelo) y Torrontés.
Variedades tintas: Brancellao, Caíño Tinto, Espadeiro, Loureiro Tinto, Mencía y Sousón.
Bodegas de la I.G.P. Barbanza e Iria
¿Cómo se controla la calidad del vino?
Pasemos ahora a ver cómo se controla la calidad del vino para poder recibir la etiqueta con el sello de calidad I.G.P. Barbanza e Iria. Se realizarán controles sistemáticos y aleatorios para verificar que la uva y el vino pertenecen, tal y como se exige, a la zona de producción,
- Análisis químicos. Controles para que se cumplan cada una de las especificaciones propias, la calidad y los requisitos propios de la I.G.P. Barbanza e Iria.
- Operadores: Se basa en comprobar que los operadores puedan hacer sus propios controles y que existe una metodología optimizada para la gestión de trazabilidad.
- Productos: Control sobre el producto final: los vinos. Entrega de etiquetado.
Todo esto para garantizar los niveles de calidad y de salubridad óptimos para el consumidor.
Autoridad de control
Instituto Galego da Calidade Alimentaria (INGACAL)
Dirección: Pazo de Quián, s/n. Sergude. 15881 Boqueixón (A Coruña)
Teléfono: +34 881 997 276
Fax: +34 981 546 676
Correo electrónico: ingacal@xunta.es