O Rosal
O Rosal
En el místico e idílico valle de O Rosal, el vino no solamente es valorado y degustado. No solamente es un producto de culto. También es parte de un paisaje evocador. Los viñedos en las laderas orientados estratégicamente hacia el mar se han convertido en protagonista principal de cualquier estampa que veamos de estas tierras.
Además, la comarca de O Rosal se convirtió en una de las tres subzonas originales (hoy en día son cinco) de la D.O. Rías Baixas en el año 1988 y desde entonces la valoración de sus vinos no ha dejado de aumentar. Cualquier experto enólogo sabe de la calidad de los vinos Albariño de O Rosal.
Localizada en el punto más al suroeste de Galicia, limitando ya con el país vecino, Portugal, tan solo separados por el río Miño. Se trata de un valle suave con un papel relevante del Miño, cuya influencia es muy alta en cuanto a las características del suelo. Comprende los ayuntamientos de O Rosal, A Guarda y Tomiño, además de parte de Tui y parte de Gondomar.
Características de la subzona
Las características específicas de su localización van íntimamente ligados a Los vinos que se elaboran en esta zona de Galicia son ejemplos muy representativos de vinos atlánticos en los que reina la complejidad en boca, su frescor y su intenso aroma.
Las reminiscencias vegetales nos evocan al campo, a la naturaleza, a esos campos ubicados en las orillas del río Miño, que también ejerce una influencia importante sobre estas tierras. Su frescor e intensidad, nos transporta al mar. Influencia fluvial y marítima dan lugar a vinos blancos de características muy concretas, vinos que hay que descifrar lentamente. Vinos, sin duda, con personalidad propia y para los paladares más exigentes.
En cuanto a su producción, es tercera en hectáreas dedicadas al cultivo de vid y también la tercera en uva vinificada y vendimiada en términos generales dentro de las subzonas de la D.O. Rías Baixas. En cuanto a los tipos de uva empleados, es la primera utilizando en sus vinos variedades como la Loureira, Treixadura y Caíño blanco, perfectas escuderas de la reina: la uva Albariño. Esta combinación de variedades aporta todavía más matices a los ya de por sí característicos vinos blancos de O Rosal.